La secuela del personaje icónico interpretado por Michael Keaton es un festival visual y magnético que plasma la esencia de Tim Burton. No obstante, no es el relato original que algunos esperaban.
La secuela del personaje icónico interpretado por Michael Keaton es un festival visual y magnético que plasma la esencia de Tim Burton. No obstante, no es el relato original que algunos esperaban.
Las aventuras de Mary, Tom y Nick son un canto a la vida y a la amistad. Su emotiva historia da visibilidad a la parálisis cerebral y cuenta con numerosos personajes que cautivarán a la audiencia.
Un drama de catástrofes que sabe llevar sus torbellinos precipitados e impersonales para acabar entregando un resultado, al menos, entretenido. La acción trepidante y los rostros conocidos ayudan a ello.
El debut de Ishana Shyamalan no consigue estar a la altura de las expectativas que genera. Aunque crea una sólida atmósfera de terror, ni la inverosímil historia ni los personajes mantienen el interés de la audiencia.
Casi diez años después, George Miller regresa al mundo de Mad Max con una propuesta visualmente apabullante y con una increíble protagonista. Una precuela que es ejemplo de cine de acción en estado puro.
Rivales se conjuga como un duelo a tres bandas. Un guion elevado por la mirada de Guadagnino, el trío protagonista y la música estimulante. Tras ella, quedan reflexiones interesantes, sobre todo en torno a la amistad.
Caos desenfrenado en esta entretenida propuesta de los dos fieros y archiconocidos personajes. Un previsible guion que se sostiene por la acción constante y el nivel visual que estimula al espectador.
Una secuela épica que honra a su predecesora, crece en cuanto a magnitud visual y narrativa y ahonda en toda su dimensión temática. Villeneuve dirige una obra cuidada al detalle y con un reparto estelar.
Cantando el camino hacia la libertad y el amor, esta historia de superación celebra la fuerza del amor y la importancia de la comunidad en el camino hacia la liberación personal.
Primera película dirigida por Eva Hache con un resultado muy pobre. Una crítica desmesurada hacia los tiempos modernos que relata situaciones llevadas al límite que no funcionan como deberían.