Contagio

Steven Soderbergh vuelve a trabajar un factor social desde un prisma mundial en su estructura, desarrollo y consecuencias. La droga y la energía petrolífera –Traffic (en la que fue director) y Syriana (productor ejecutivo)- fueron proyectos que consolidaron más su asentada carrera como director de proyección comercial, pero que presenta esas propuestas de forma parcialmente inusual.

La mirada mosaico, el microcosmos en relación al macrocosmos, la interacción entre personas, países y organizaciones, vuelve a ser la perspectiva desde donde el guión desarrolla el drama personal, que jamás convive solo. Instituciones y personas son una misma cosa, pues las primeras actúan según las decisiones que toman las segundas.

De hecho, Contagio resulta un hallazgo como estudio de comportamiento en una crisis de salud de magnitudes gigantescas. ¿Qué hacen las personas en una catástrofe dantesca? La dignidad humana, la valentía o la cobardía y el egoísmo, la libertad y el riesgo, el dolor por la pérdida de seres queridos son los fantasmas que recorren la escena de la mano de personajes con los que se conecta gracias a sus sufrimientos y dudas. A pesar de que el carácter coral del reparto no permite un espacio amplio de trama para cada uno, Scott Z. Burns (El ultimátum de Bourne o ¡El soplón! también con Soderbergh y Matt Damon) consigue de cada personaje un perfil lo suficientemente denso (para el tiempo de metraje, muy bien medido en esta ocasión) a la par que representativo de una institución, de una postura científica, de un modelo de persona o de un padre de familia.

El trabajo de Burns volverá a verse en pantalla de nuevo junto a Soderbergh en el siguiente proyecto de ambos: The man from U.N.C.L.E.. Además, este guionista está buscando buenas compañías y también prepara junto a David Fincher una adaptación de la obra de Julio Verne 20.000 leguas de viaje submarino.

Mientras tanto, aquí queda una pieza perturbadora, no sólo por el escenario posible que plantea y que algunos preconizaron con la pasada Gripe A, sino por las reacciones individuales que retrata. A veces, verse en un espejo es más temible que ver un monstruo exterior. Lo mejor y lo peor del hombre se evidencia con más claridad en esas situaciones límite. Y Soderbergh lo filma con cierta distancia, pues rehúye de sentimentalismos, pero con acierto también en el tratamiento de la banda sonora de Cliff Martinez (Solaris, Traffic…).

Los amantes del terror apocalíptico tienen unos cuantos minutos de cine y reflexión.

Firma: Lourdes Domingo

Extras DVD:

• Audio: español, inglés, alemán
• Subtítulos: español, sueco, noruego, islandés, finlandés, danés, portugués, inglés para sordos, alemán para sordos
• Menús interactivos
• Acceso directo a escenas