George Miller vuelve a revolucionar los helados parajes de la zona polar al ritmo de “El maestro del Tap”. Su primera entrega le valió el Óscar a la mejor película de animación y, si ya sorprendió en 2006 con su capacidad de creación animada, en esta ocasión ofrece un espectáculo visual sorprendente.
Happy feet 2, a nivel argumental, no va más allá del puro trámite de situar a sus protagonistas en apuros y, para superarlos, los pingüinos deben recurrir a cualquier criatura que ande cerca. De la historia se desprende una clara intención pedagógica que abarca gran cantidad de temas: el trabajo en equipo, la lealtad a la especie, la unidad familiar, la colaboración desinteresada, la necesidad de sentirse aceptado por los demás, la tolerancia, la riqueza de la diversidad o la máxima, que ya exaltó Horton (2008) y que viene a recordar que sea cual sea tu tamaño tienes un papel fundamental y una misión que llevar a cabo en el universo.
Sin embargo, la riqueza de este film no se encuentra en su argumento, algo meloso y con sus inevitables guiños al espectador adulto, ni en sus personajes, aunque hay que reconocer la grandeza del pequeño Krill y la ternura de algunas criaturas, sino en su espléndida propuesta visual. Happy feet 2 recrea los desiertos helados, las tormentas, los desprendimientos polares, la profundidad del océano, los bancos de peces y las diversas especies animales con gran verosimilitud y maravilloso atractivo. La cámara viaja con frecuencia desde la pequeña anécdota al plano general para mostrar un mundo gráfico abrumador y fascinante donde, hasta el más mínimo detalle, contiene la belleza intrínseca de la naturaleza salvaje.
Junto a la propuesta visual, la música, un elemento clave en esta producción que busca llegar al espectador a través de los sentidos. La banda sonora recurre a diversas piezas, algunas de ellas mundialmente conocidas, para completar el universo de sensaciones que configuran Happy feet. Lo cierto es que la cinta, que gana mucho en pantalla grande y en 3D, consigue conmover y elevar el ánimo del espectador si está dispuesto a dejarse arrastrar por los gélidos parajes y los cálidos sentimientos que sugiere el film.
Firma: Mar Pons
Director: George Miller
Guionistas: Gary Eck, Paul Livingston, Warren Coleman
Intérpretes: -
Género: -
País: Australia
Fecha estreno: 02/12/2011
Lenguaje: Coloquial
La historia de Happy feet 2 lleva de nuevo al espectador al helado mundo de la Antártida. Allí, los personajes que protagonizaron la primera entrega, como Mumble, Gloria o Ramón, llevan una vida apacible entre cantos y bailes. Como cabe esperar, en esta secuela aparecen nuevos protagonistas. Entre ellos se encuentran Erik, el hijo de Gloria y Mumble, el Sabio Sven, un pingüino que sabe volar, los elefantes marinos o los minúsculos grill.
En esta ocasión, el pequeño pingüino Erik es quien, al igual que su padre en la primera entrega, se siente excluido del grupo por no participar, con tanto entusiasmo como sus amigos, de los bailes y los coros que son un ritual en la gran manada de los pingüinos emperador. El rechazo de sus compañeros le lleva a emprender un viaje en busca de algo mejor. En esta andadura le acompañarán sus dos inseparables amigos y conocerán a Sven, un original pingüino que tiene la capacidad de volar.
Mientras los pequeños permanecen fuera de casa y Mumble se dirige hacia ellos para llevárselos de nuevo a su hogar, una inmensa catástrofe natural ha desplazado un gran iceberg hacia el valle de los emperadores. Ahora, la colonia de pingüinos ha quedado aislada entre cuatro grandes bloques de hielo. Llegar hasta el mar es imposible y, sin alimento, la manada entera tiene los días contados. Sin embargo, el arrojo de Mumble y las tres crías que le acompañan, junto con la colaboración de otras especies animales (incluidos los humanos), conseguirán que todo vuelva a la normalidad.
Título original: Happy feet 2
País: Australia
Duración: 100'
Fecha producción: 2011
Distribuidora: Warner Bros
Color: Color