Los últimos días

Alumnos de la ESCAC, Álex y David Pastor, guionistas y directores de esta película, después de algunos cortos, debutaron en EE.UU. en el año 2009 con su largometraje Carriers (Infectados).

Con este nuevo título siguen la estela de los films apocalípticos que tantas y tantas veces nos ha ofrecido el cine norteamericano. De nuevo plantean una mortífera situación que tiene atemorizados, en grado sumo, a los humanos hasta el punto de mantenerlos encerrados en sus hogares u oficinas, incluso en hospitales, sin posibilidad alguna de sobrevivir en el exterior.

Un ligero pretexto sentimental sirve de base pàra que Quim Gutiérrez y José Coronado, en sus papeles protagonistas, inicien un accidentado, dramático y claustrofóbico recorrido por los túneles del metro de Barcelona (en esta ciudad se sitúa la acción) para conseguir llegar a sus objetivos finales.

Los últimos días es, en su estructura visual, una demostración más de lo mucho que una acertada combinación de técnica, escenografía y efectos especiales, puede conseguirse en una película de estas características. En este sentido, impresionante. Pero no mucho más. Prevalece en exceso el envoltorio sobre el contenido. Quizás por ello la labor de sus intérpretes principales, Quim Gutiérrez y José Coronado, pese a estar presentes en la casi totalidad del metraje, queda ostensiblemente por debajo de sus tantas veces demostradas aptitudes profesionales.

Algunas secuencias, en aras de lograr un efecto sorpresivo, caen en el ridículo. Una lástima porque, en el fondo, la temática sugiere muchos de los demonios que en los últimos tiempos atenazan a buena parte de nuestro mundo civilizado: falta de iniciativas, poca base moral y escaso contacto afectivo.

Esta circunstancia (que aquí se denomina “pánico”) y que posiblemente en el fondo sirve de inspiración a la problemática del film, es tratada como simple excusa, sin entrar en detalles, para mostrar con profusión las dramáticas e impresionantes imágenes del cataclismo.

Confiemos en que los últimos días no sean así.

Firma: Joaquín Guitart