La horca

La horca es otra producción de terror al estilo Rec o El proyecto de la bruja de Blair. Con muy poco presupuesto, los directores noveles cogen de aquí y de allá para realizar un film que parece que ya hemos visto cantidad de veces.

Se basa en el subgénero Found footage, reconstruyendo la película mediante el falso material grabado por los protagonistas. Sin embargo, esto mismo obstaculiza la lógica del relato, con situaciones -sobre todo en la parte final del film- que no llegan a ser creíbles, y sin contar que, de partida, no hay una justificación razonable para grabar dicho material.

Hay que reconocer que La horca consigue generar suspense, angustia y miedo, pero no aporta nada nuevo al género, se limita a copiar recursos de otros títulos. Deja marginado el guión y, una vez llegados al clímax, no tiene por dónde escapar. Te das cuenta que todo ha sido un pretexto para meternos unos cuantos sustos. Unos sustos que las primeras veces consiguen su cometido pero, cuando se repite la misma fórmula una y otra vez, ya no logran su propósito. Llega a inquietar más el abuso del nivel del sonido con la intención de lograrlo que no el propio susto.

Los actores son desconocidos y no brillan por su interpretación. La primera parte del metraje, motivado para conocerlos y simpatizar con ellos, no alcanza ese fin. Casi estás deseando que algo malo les ocurra ya para no tener que aguantarlos más. En la segunda parte, corriendo y dando gritos, tanto los intérpretes como los espectadores llegan a estar mínimamente más cómodos.

La horca, a pesar de sus ochenta minutos, acaba siendo pesada, en especial lo será para aquellos seguidores del género que ya conocen el molde.

Firma: Javier de la Llave