Un mal día lo tiene cualquiera

En esta cinta dirigida por Eva Hache, acompañamos a Sonia (Ana Polvorosa) por una serie de incidentes sucesivos que la sacan de su zona de confort y no dejan de atormentarla durante toda la noche. A lo largo de Un mal día lo tiene cualquiera, la protagonista se va encontrando con una serie de personajes peculiares que ayudan al argumento, pero que desaparecen demasiado rápido, sin permitir que se expriman suficiente algunas ideas intuidas.

Las diferentes situaciones le permiten denunciar los cambios de conducta de la sociedad durante los últimos años, pero no se llega al resultado constructivo. Se perciben las imágenes como representaciones creadas a partir de la mirada de una persona de otra generación y frustrada por los cambios que se van concibiendo. Lo nuevo y la transformación se conciben con malos ojos. Las bromas están cargadas de tópicos sobre los tiempos modernos que recaen en lo básico y lo fácil.

El resultado es una película de humor que podría encasillarse antes en cualquier otro género, puesto que sus bromas difícilmente generan una sonrisa. En definitiva, puede ser una propuesta que llegue a entretener o divertir a cierto público, pero dista mucho de ser una comedia para complacer a un público generalista y que sorprenda.

Firma: Laura Corpas