Una comedia simple, previsible, y que incluso lleva hasta el extremo más ridículo algunos estreotipos de la cultura inglesa y norteamericana. Pero a pesar de todo eso, se trata de una película familiar, que revive y actualiza relatos de siempre como La Cenicienta, aunque esta vez el objetivo principal no sea el príncipe, sino el padre, un lord y el político en alza del momento. La historia, que también cuenta con unos malos también de cuento (madrastra e hijastra incluídas), distrae sin más complicaciones ?si se intentan obviar los ya comentados ragos tan evientes del guión-, gracias a una banda sonora plagada de éxitos del rock y gracias a unos escenarios (londinenses) filmados con estilo videoclipero. Lo mismo cabe decir del colorido y formas estudiadas del estilismo del film, tanto en los interiores como en el vestuario.
En ese objetivo de entrar por la vista al espectador se pueden incluir a los actores. Una Amanda Bynes, la joven y conocida estrella del canal Nickelodeon; un Colin Firth (El diario de Bridget Jones, Orgullo y prejuicio), casi especializado en papeles de aristocracia; o Kelly Preston (Jerry Maguire, En el amor y en el juego) aportan ese toque de frescura y márqueting que dan las caras conocidas en un film mediocre. Para descansar y no pensar.
Firma: Lourdes Domingo
Director: Dennie Gordon
Guionistas: Elizabeth Chandler, Jenny Bicks
Intérpretes: -
Género: -
País: EE.UU.
Fecha estreno: 08/08/2003
Lenguaje: Coloquial
Daphne Reynolds es una adolescente que vive con su madre en el peculiar barrio de Chinatown (Nueva York). Cada año, en su cumpleaños, pide el mismo deseo: poder conocer a su padre, un lord inglés que se enamoró de su madre en un exótico desierto del norte de África. Dado que su madre, Libby, una bohemia cantante en bodas y banquetes, no accede a su sueño, Daphne toma el portante y se va a Londres con ese claro objetivo.
Título original: What a girl wants
País: EE.UU.
Duración: 101'
Fecha producción: 2003
Distribuidora: Warner Bros
Color: Color