Expediente Warren: obligado por el demonio

David Leslie Johnson-McGoldrick repite en el guion en la saga Warren, mientras que Michael Chaves retorna tras su debut con La llorona, un relato conectado soterradamente con la franquicia de este matrimonio profesionales de lo paranormal.

Expediente Warren: obligado por el demonio recupera el clima más inquietante de sus dos primeras entregas, tras unos argumentos más planos, efectistas y menos documentados como los de Annabelle o La monja.

La propuesta que llega ahora ofrece todos los elementos sólidos en la saga, como una fotografía perfectamente ajustada a los cánones de la década de los 80, una ambientación precisa que introduce un mayor verismo en el relato de los casos reales, unos créditos finales de función documental que suscitan un reborde de mayor temor al conjunto de la película…

De hecho, incluso la trama es capaz de introducir dos elementos que mejoran la narración. Por un lado, la investigación policial y ciertos aspectos que generan suspense. Y por otro, una sencilla (y plana, pero bienintencionada) reflexión temática sobre la fuerza del amor y el sacrificio para redimirnos de los peores poderes.

Es cierto que, si se hace balance entre lo espiritual-religioso y el espectáculo para poner en escena lo terrorífico, gana el espectáculo en detrimento de la mayor ponderación que ofrecía la primera historia en cine de los Warren.

No obstante, eso no impide que, mientras tanto, James Wan saque rédito a la colección de vivencias y objetos de los ya difuntos Ed y Lorraine, y coseche éxito entre los espectadores.

Firma: Lourdes Domingo