It: capítulo 2

Andrés Muschietti y Gary Dauberman (uno de los hombres y nombres del terror en Warner) rematan la adaptación de la novela de Stephen King.

En este segundo capítulo, logran integrar la doble temporalidad (aunque no al mismo nivel de complejidad) que ofrecía el relato del famoso escritor de terror. Y, en ese sentido, también logran crear una acertada similitud entre los actores que interpretan a la joven pandilla de “perdedores” 27 años después.

A partir de ahí, y tras alabar de nuevo a Bill Skarsgård como el inquietante payaso y reconocer el diseño visual y de producción, el largometraje se convierte en una espiral de situaciones reiteradas y carentes de suspense y sugerencia.

It capítulo 2 apuesta por la explicitud de la violencia, la crudeza sonora del ataque físico y el asco al estilo Cronenberg. Fuera de ahí, el guion ofrece una aburrida estructura donde los numerosos personajes van mostrando, uno tras otro, sus traumas “It” pasados y los presentes. Mientras, el espectador contempla, como desde una sala de espera, que vayan pasando sin disfrutar de algún aspecto que descifrar. Todo se dice: el conjuro, los miedos y secretos, las relaciones…

Esta reiteración narrativa resta todo poder a la trama, que abraza el ruido y los destellos de visuales como los salvadores de casi tres horas de proyección. Además de este perezoso espectáculo, también resulta cansino el abuso que, últimamente, series y películas están perpetrando (también It) de la imagen ochentera de la pandilla cinematográfica.

Firma: Lourdes Domingo