
Laura Mora muestra con gran belleza la decadencia de un país que se preocupa poco por su gente. Su film es un relato cautivador sobre la amistad y la marginación social que fascina y angustia a su vez.
Laura Mora muestra con gran belleza la decadencia de un país que se preocupa poco por su gente. Su film es un relato cautivador sobre la amistad y la marginación social que fascina y angustia a su vez.
El film de Ali Abbasi es oscuro, perturbador y bastante explícito. El director expone con mucha crudeza los asesinatos de prostituas en Mashhad con buen ritmo y un elenco estelar que inquieta y angustia al espectador.
La nueva cinta de Mungiu es un retrato de la situación actual en Europa en relación a la inmigración, el mercado laboral y la xenofobia. Deja claro su mensaje pero el ritmo irregular y los elementos oníricos confunden.
La película retrata con crudeza los casos de abuso en el mundo de la interpretación. Utiliza la gran pantalla como medio para aquellas personas que fueron silenciadas en su momento.
Carlos Vermut arriesga presentando esta propuesta para que el espectador trate de empatizar con los monstruos con los que no sabe que convive. Monstruos que también tienen la necesidad de amar y de ser amados.
El film presenta el reto que supone hacerse cargo de un niño cuando aún se es una niña. Para ello, equilibra momentos de dolor y de luz, cuenta con un reparto natural y ensalza la labor de los trabajadores sociales.
Este film de acción basado en hechos reales cuenta lo que viene después del impacto: el trauma que deja y sobrellevarlo como se pueda. Todo eso, en un mundo en el que todavía no es prioritaria la salud mental.
Selman Nacar debuta con un largometraje que arranca con un accidente laboral. A partir de algo corriente, plantea un interesante debate, con ritmo constante, aunque lo deja inconcluso.
Cinco lobitos es un proyecto con un extraordinario trabajo interpretativo y una inmersión formidable en un relato sobre la maternidad. Interpela a reflexionar sobre el papel que todos tenemos en la vida.
Este relato simpático y escueto con un claro mensaje ecologista comienza con una premisa original. Sin embargo, no termina de funcionar por incongruencias narrativas y por un trasfondo moralista muy poco acertado.