El techo amarillo

Isabel Coixet pone sobre la mesa un documental con gran carga periodística. A partir de los testimonios de las propias víctimas, que forman la totalidad del relato, la directora catalana expone los casos de abuso a menores en el Aula de Teatro de Lleida durante la primera década de los 2000. Esto lo complementa con breves intervenciones de Albert Llimós y Núria Juanico, periodistas del Diari ARA, quiénes publicaron un reportaje al respecto.

El film se configura en un formato episódico, con un breve título que resume cada sección y que aporta una sensación de miniserie criminalística. El montaje, en gran parte, es a partir de vídeos de archivo de las propias víctimas, así como planos cortos de los testimonios. La falta de banda sonora durante las declaraciones y el excelente uso de los silencios aportan intriga y tensión a la tragedia que cuentan.

Cumple a la perfección la función de documental de denuncia y hace buen uso de la carrera de Coixet para volver a colocar en el foco mediático un caso que, a efectos legales, ha prescrito. El relato, visto desde los ojos de las afectadas, es crudo, duro y con muchos detalles, por lo que es difícil no empatizar con ellas.

En general, El techo amarillo, tiene un gran peso a la hora de concienciar a la audiencia y es un gran producto periodístico. Exponiendo casos como el del Aula de Teatro de Lleida, genera una alerta en el espectador de que dentro del sector de la interpretación existen más casos como este, además de ayudar a entender la psicología de las víctimas a la hora de sufrir abusos.

Firma: Gerard Casado