Dos elementos llaman poderosamente la atención cuando nos sentamos ante Cinco lobitos. Por un lado, el extraordinario trabajo interpretativo de Laia Costa, actriz que encarna a Amaya, la madre primeriza. Por otro, la turbadora inmersión en la realidad en la que el equipo de realizadores, con la actuación de Costa como eje central, nos sumerge sin posibilidad de escapatoria.
El producto final, por tanto, es un relato duro y emocional, sobre la maternidad, las relaciones familiares en general y su compleja inserción en el mundo laboral y social de estos comienzos del siglo XXI. El público entre un rango de edades entre 30 y 90 años tiene muy difícil sustraerse a circunstancias y/o recuerdos que han vivido o están experimentando en la actualidad. Es muy fácil reconocerse en las conversaciones, las actitudes, la vajilla o las discusiones de cocina o comedor. Lo novedoso o extraño es más una cuestión de formato (bonita metáfora la del paso del Super-8 al VHS y de ahí al DVD y al disco duro) pero, en lo esencial, las cadenas invisibles que atan a madres e hijas, padres, esposos o nietos, siguen siendo las mismas, con sus inevitables caras de fortaleza, seguridad o esclavitud.
El trabajo de Alauda Ruiz de Azúa revela esfuerzo, horas, amor por el cine e implicación personal en la historia. Muestra una solidez en la realización sorprendente si tenemos en cuenta que es su primer largometraje. Sabe mover la cámara entre los ángulos cerrados de las arquitecturas, tanto del pequeño apartamento madrileño como de la compleja casa de la costa vasca, introduciéndonos así en medio de los recovecos dramáticos de la vida cotidiana de los personajes. Rompe la unidad de imagen y diálogo impidiendo con esa desincronización que el espectador tenga un mínimo respiro en el seguimiento de las aventuras de Amaya, sus padres, Javi y la bebé Ione.
Es cierto que algunos componentes resultan demasiado forzados, como la trama de Iñaki o la sólo incoada cuestión de la facilidad para expresar los sentimientos. Son, sin embargo, pequeños desvíos que se subsanan con el devenir del implacable guion. Echo más en falta, algo más de profundidad. Cinco lobitos es, entre otras cosas, una interpelación constante a pensar y reflexionar el papel que todos, no solo las madres, tenemos en la vida. Por eso quizá, algunos de los interrogantes que plantea podrían haberse rematado con algo más de calado y no dejarlo solo para lo puramente visual o emocional. En especial, el tema del amor, que, en definitiva, es lo que subyace en toda la crónica, parece esconderse u obviarse deliberadamente.
De cualquier modo, el logro de Ruiz de Azúa, de todo el equipo técnico y artístico, y cada uno de los integrantes del elenco, no solo la ya citada excepcional Laia Costa, consiguen en Cinco Lobitos una obra muy notoria en su fondo y en su forma.
Firma: Esther Rodríguez
Director: Alauda Ruiz de Azúa
Guionistas: Alauda Ruiz de Azúa
Intérpretes: Laia Costa, Mikel Bustamante, Ramón Barea, Susi Sánchez
Género: Drama
País: España
Fecha estreno: 20/05/22
Lenguaje: Coloquial
Amaya acaba de dar a luz y se ve superada por esta nueva circunstancia, sobre todo cuando su pareja se tiene que ausentar por trabajo. Decide trasladarse a casa de sus padres en Vizcaya y allí se reencontrará con su infancia, cuando ella era la niña.
Título original: Cinco lobitos
País: España
Duración: 104'
Fecha producción: 2021
Distribuidora: Bteam Pictures
Color: Color