Un atardecer en la toscana

El hecho de que esta producción sea polaca y suceda en Italia ya apunta hacia dónde quiere dirigirse el guión. Jacek Borcuch enfoca su obra como analogía de una Europa redimida tras la II Guerra Mundial que ahora oprime a los nuevos inmigrantes.

Con esta línea narrativa que hace girar los tornos, Borcuch también vuelca a su actriz protagonista en una crisis de identidad al haber alcanzado la madurez. Krystyna Janda interpreta brillantemente a esta poeta encerrada en sí misma y con mucho que decir de lo que la rodea. Esta misma lírica que ella emplea en sus discursos también es usada en el tratamiento de la imagen y los planos. Todo lo que envuelve al reparto son bellísimos encuadres y metáforas visuales que hacen elevar la calidad del producto. Tanto la fotografía como el diseño de sonido acompañan este relato que, al fin y al cabo, no deja de ser la observación (casi costumbrista) de una familia en un momento de sus vidas.

Pese a todo ello, la reflexión sobre la vida, la familia y la lealtad deja mucho que desear.

Firma: Carla Sciamma