
El documental logra resquebrajar la imagen construida por la prensa del grupo A-ha. Su montaje es agradable, creativo y consigue captar la atención de todo aquel mínimamente interesado en la banda.
El documental logra resquebrajar la imagen construida por la prensa del grupo A-ha. Su montaje es agradable, creativo y consigue captar la atención de todo aquel mínimamente interesado en la banda.
Piedra noche aborda el duelo por la pérdida de un familiar de manera original, mezclando drama y fantasía. A pesar de ello, el resultado del conjunto final es lento, repetitivo y, por momentos, ligeramente inverosímil.
Helena de Llanos rinde homenaje a Fernando Fernán Gómez y Emma Cohen en una película muy particular. Aunque la técnica está trabajada, el guion no sigue una coherencia lógica y resulta excesivamente desconcertante.
Esta sobrecogedora entrega destaca por las interpretaciones (con James Norton a la cabeza del reparto), la banda sonora y una fotografía que logra sumergir al espectador en un (intenso) viaje emocional.
Aunque de corta duración y poca variedad formal, este impactante y emocionante film tiene como protagonistas a dos militantes políticos que sufrieron amenazas y atentados que casi les supusieron su muerte.
El segundo largometraje de Lara Izagirre cohesiona muy bien un argumento medido, un elenco verosímil y lleno de naturalidad, una fotografía y dirección artística eficaces y un final bien cerrado.
La nueva película de István Szabó permite a Brandauer mostrar todo su talento interpretativo. El film tiene un tempo tranquilo y permite acercarse a un proceso de adaptación, en medio de circunstancias cambiantes.
Un documental que abre horizontes sobre dos asuntos, a estas alturas, muy analizados: el holocausto y el diario de Anna Frank. No obstante, su construcción y portavoces ofrecen novedad y fuerza.
Una hora y treinta y dos minutos: este es el tiempo que se le concede a Paolo para bajar a la tierra, despedirse de sus seres queridos y demostrarles su cariño. He aquí una historia realista-mágica sobre la importancia de vivir el presente.
La película se convierte en una especie de lost in German sobre la amistad y con un regusto a Antonioni de ritmo alterado.