Adam resucitado

De Paul Schrader, quien ya elaboró los guiones de Taxi Driver y Toro Salvaje, además de tener a su cargo la dirección de películas como American Gigoló, Mishima y Aflicción, nos llega ahora, aunque con cierto retraso, este nuevo film basado en un libro sobrecogedor de gran éxito.

Pese al gran número de ocasiones en que se han llevado a la gran pantalla las brutales imágenes del terror nazi, Adam resucitado ahonda de forma más incisiva en las dramáticas consecuencias del Holocausto en la vida de aquellos supervivientes de raza judía que, en su día, fueron testimonio vivo de tanto horror. Seres discapacitados que moran sin rumbo ni destino en una fría clínica de rehabilitación aislada de todo ser viviente. Sutil poesía y desolación, a un mismo tiempo, donde la caricatura es ampliamente superada por el espanto. Una demostración más del erróneo poder del hombre basado en una falsa ideología, convirtiendo en vulgares seres irracionales a sus propios semejantes.

El papel de Jeff Goldblum (Adam) sería un auténtico banco de prueba para un actor con menos oficio y profesión. Su variedad de recursos, a través de sus distintas personalidades, llena la película de autenticidad a lo largo del metraje. Sin duda la interpretación con más contenido y personalidad de su carrera.

Willem Dafoe aporta su inquietante físico en el rol del vengativo militar alemán, y la bella actriz israelí Ayelet Zurer (Gina) como sugestiva y complaciente enfermera. Algunas secuencias entre ella y el protagonista son de alta temperatura.

Adam resucitado es una película dura, poco apta para estómagos extremadamente sensibles. Pero también un nuevo testimonio de las nefastas consecuencias del odio racial y la esperanza de que aquellos dramáticos sucesos desaparezcan para siempre de nuestras vidas

Firma: Joaquín Guitart