Una digna obra de animación con mayores ambiciones de las que logra cumplir. Sin embargo, ofrece una aproximación valiosa al terror de la guerra para los más pequeños y ensalza el poder del arte y la familia ante ella.
Una digna obra de animación con mayores ambiciones de las que logra cumplir. Sin embargo, ofrece una aproximación valiosa al terror de la guerra para los más pequeños y ensalza el poder del arte y la familia ante ella.
Steve McQueen nos hace viajar a un contexto ampliamente tratado en el audiovisual, pero logra impregnarlo de su visión diferencial. Aunque cae en una extrema prudencia, su resultado acaba siendo más que satisfactorio.
La pintura, manifestación artística milenaria, ha sido explorada desde las cuevas prehistóricas hasta las vanguardias del siglo XX. Grandes películas biográficas han inmortalizado a pintores icónicos, fusionando cine y pintura para revelar las complejas vidas detrás de las obras maestras.
El spin off de Agatha no deslumbra como su predecesora y encuentra dificultades en el desarrollo de su nudo. Aun así, sabe aprovechar sus fuertes y el elenco liderado por Kathryn Hahn eleva el resultado.
Una secuela que excede en epicidad a la primera, mientras mantiene los elementos que ensalzaban a su predecesora. Es sin duda una propuesta entretenida, donde en medio de toda la acción destaca un reparto sobresaliente.
Esta película de terror psicológico apunta unos hechos reales terriblemente trágicos. Sin embargo, el distanciamiento formal enfría la temática y no consigue que ni los elementos destacables levanten el conjunto.
Esta adaptación ridícula, edulcorada y algo estereotipada consigue su cometido de entretener a los más pequeños. Aunque formalmente y argumentalmente decae, sus mensajes de fondo le otorgan un mayor valor.
Una historia de reencuentros que ensalza la maternidad, la fraternidad y los lazos familiares. Pese a sus tropiezos, esta ópera prima se resarce con sus mensajes optimistas y un elenco estelar.
Eduard Fernández protagoniza de forma desbordante e hipnótica este retrato sobre un embaucador que abre un espacio para indagar en torno a temas como la verdad, la mentira o la memoria histórica.
Un drama culinario que sucumbe al caos, el desorden y el desmadre. El histrionismo de las acciones y el desaprovechamiento de los personajes lideran un argumento vacío, cuyas posibilidades se ven autoboicoteadas.