Somos los adultos los que tenemos que modificar nuestros hábitos tecnológicos, no solo para proteger a la infancia, sino para recuperar nuestra vida real.
Somos los adultos los que tenemos que modificar nuestros hábitos tecnológicos, no solo para proteger a la infancia, sino para recuperar nuestra vida real.
Hace años que ya no cabe hablar de nuevas tecnologías. Sin embargo, seguimos viendo y escuchando noticias, artículos y declaraciones que nos hacen pensar que la tecnología siempre trae algo de novedad.
En el editorial de la revista del mes de junio apuntamos algunas ideas que pueden dar luz para una educación eficaz en el mundo audiovisual.
Ahora es un buen momento para apagar las pantallas, dejar los videojuegos, poner pausa a las redes sociales y centrarnos en una vida que despierta de nuevo.
Más allá de que este més de febrero tenga un día más, lo realmente importante es la revisión de nuestras rutinas. ¿En qué invertimos el tiempo?
Como siempre, desde estas líneas os queremos animar a ser consumidores activos, a participar en las actividades que nos llevan a estar bien informados y a ser, en definitiva, agentes del cambio.
Estas navidades que se aproximan son una nueva oportunidad para recuperar el tiempo perdido en un mundo digital que nunca llena ni llenará el espacio de las personas que nos rodean.
Este verano es la ocasión perfecta para trabajar en nuestra salud mental y potenciar una autoestima positiva. ¿Te valoras como te mereces? Responde al #TestAutoestima y descúbrelo.
El verano puede ser un espacio para invertir en nuestros hijos y en nuestra familia, para crear y consolidar nuevos y mejores hábitos tecnológicos y audiovisuales.
Con la llegada del buen tiempo podemos aprovechar para guardar, junto a la ropa de invierno, algunos ratos de pantallas. Salir al sol y compartir experiencias es algo que todos necesitamos.