Hace 40 años, cuando las pantallas eran como un océano desconocido, algunas personas vieron más allá. Sabían que, aunque prometían maravillas, también escondían peligros. Fue entonces, cuando encendimos nuestro faro para guiar a los más vulnerables en este inmenso mar audiovisual.
Durante los primeros años, nuestro faro iluminó los contenidos positivos. Queríamos premiar a quienes hacían de las pantallas un refugio, un espacio seguro. Así nacieron los Premios Zapping. Y, gracias al apoyo, humano y técnico de grandes profesionales, los Zapping se han convertido en una luz que señala los contenidos de calidad, la creatividad y el respeto por la infancia.
Pero con la llegada de las nuevas tecnologías, el cielo se tiñó de negro y surgieron nuevos temporales, transformando el mar en aguas turbulentas y agitadas: la sobreexposición, los contenidos nocivos, el ciberacoso, la hipersexualización… Los riesgos del mar digital crecen sin descanso. Las aparentes aguas tranquilas de las pantallas esconden oscuras y profundas tempestades pero, también en ellas, nacen nuevos retos.
En la asociación no dejamos que la tormenta nos detenga. Durante 40 años, hemos ajustado nuestra brújula, aprendiendo a afrontar los nuevos desafíos y a guiar a familias, educadores y jóvenes hacia costas más seguras. Durante todos estos años, hemos adquirido experiencia y conocimientos, para arrojar luz sobre estas tinieblas. Es por eso que en la actualidad somos capaces de iluminar nortes certeros.
Este mes celebramos 30 años de los Premios Zapping, una luz que sigue brillando para reconocer el trabajo de productores, directores, guionistas, intérpretes, creadores de contenido y emprendedores. En resumen, personas que nos inspiran y se preocupan por cuidar el ecosistema digital.
Pero no somos los únicos guardianes de este océano. Como todas las personas que han pasado por el escenario de los Zapping, tú también puedes encender tu luz. Porque proteger a los más vulnerables en el entorno digital, es tarea de todos. Cada gesto, cada decisión, cada palabra… cuenta.
El océano digital puede ser un lugar seguro, brillante y lleno de oportunidades… si navegamos juntos.