Pueril historia de enamoramientos tardíos y decisiones precipitadas. Los directores abogan por un relato sentimental lleno de lugares comunes y algo de humor.
Corten! es una gran sátira del género de películas de zombis con todos sus estereotipos: desde chorros de sangre hasta personajes arquetípicos. Todo adornado con una cutrez intencional que le sienta como un guante.
Una comedia simplona sobre el desamor y la concepción errónea del cariño que no termina de funcionar, en parte, por una incoherencia narrativa y un desatino de personajes incapaces de confluir de manera natural.
François Ozon regresa con una adaptación de la novela de una de sus colaboradoras y amigas. A pesar del tema y del respeto con que aborda a los personajes, el film resulta algo apagado y gélido.
Cocina, historia y otros elementos que dinamizan el relato componen un film que ficciona, en gran parte, la apertura del primer restaurante. Bien rodado e interpretado, es un entretenimiento completo.
La adaptación de la novela homónima de Hugo Boris a la gran pantalla cae estrepitosamente en una narrativa inverosímil. Un reparto excepcional no es suficiente para una película que no logra lo que pretende.
Precisión, rigor histórico y contención son los rasgos que destacan en esta magnífica exposición del juicio al capitán Dreyfus. Jean Dujardin deslumbra como protagonista de este meticuloso relato.
Después de un brusco comienzo Emmanuel Courcol dirige una oda a la vida, a los sueños y al amor de manera muy fina.
Una comedia brillantemente interpretada por François Cluzet y Toby Jones, que se estanca desde el inicio en el hecho de una foto multitudinaria al desnudo y que no aporta trascendencia.
Biografía parcial del cineasta Jean-Luc Godard en la que se copia su estilo dialéctico, rompedor en su momento. La propuesta de Hazanivicius resulta demasiado paródica y poco concluyente para tomársela en serio.