Corten!

Hay mil y una maneras de hacer metacine, o una película dentro de una película. Corten! es una de ellas. Siendo un remake prácticamente calcado de One cut of the dead, la cinta europeíza la obra del director japonés Shinichirô Ueda de 2017.  El título hace una sátira del género de terror, concretamente de los films de zombis, mediante el rodaje de una serie B. Se cumplen todos los estereotipos: desde personajes arquetípicos, hasta desmembramientos y chorros de sangre a borbotones. Todo ello, eso sí, desde una óptica cómica y que roza lo ridículo. Aun así, esta excesiva sangría (falsa) puede echar para atrás a los espectadores más aprensivos.

Otra barrera de acceso a la propuesta puede ser su montaje. Para emular este cine experimental y “de bajo presupuesto”, hay muchos movimientos de cámara y mucha intensidad durante la primera media hora de metraje. Este caos capta la atención del público ante lo absurdo, aunque, por otra parte, puede ser agobiante y los continuos planos en movimiento pueden llegar a dar dolor de cabeza. También tiene su punto divertido, pues Hazanavicius sabe dotar al largometraje de una cutrez intencional que le da un alto componente sarcástico y que, a su vez, ayuda a distinguir lo “meta” de lo real.

Eso sí, Corten! sabe salirse como una buena comedia, que usa un humor simple pero eficaz y que entretiene a la audiencia. Aporta una falsa visión detrás de las cámaras de una filmación, haciendo hincapié en el equipo de efectos especiales, pero que puede servir como referencia para ver cómo se cocinan las películas, aunque sean de serie B.

Firma: Gerard Casado