Achero Mañas regresa con una propuesta muy personal, aunque sin ser del todo autobiográfica. A pesar del excelente elenco y de algunos aspectos originales, el despliegue del guion resulta algo plano y reiterativo.
Achero Mañas regresa con una propuesta muy personal, aunque sin ser del todo autobiográfica. A pesar del excelente elenco y de algunos aspectos originales, el despliegue del guion resulta algo plano y reiterativo.
En su primera película, la directora Manele Labidi hace un colorido retrato costumbrista de la de ciudad Túnez. Intenta generar comedia a partir de una amable crítica social que, aunque roza la caricatura, se disfruta.
Una inusitada producción –acerca del acuerdo de separación de un matrimonio– que se salva gracias al reparto. Su género puede resultar singular, pero la narrativa no tiene sorpresas ni profundidad.
Basada en la amistad real entre un mítico presentador de televisión norteamericano y un escéptico periodista, esta película cuenta de forma original una historia que traspasa la pantalla para no dejar indiferente al espectador.
Ashley Bratcher protagoniza este largometraje basado en las memorias de la directora de una clínica abortista. Sin mucho que destacar, la trama muestra la realidad que rodea al aborto logrando abrir debate en torno a ello.
Un amor de verano, aventuras de caballos y una estética atractiva conforman esta historia que moderniza la famosa saga alemana de Immenhof. Sin muchos elementos que resaltar, la cinta resulta agradable y entretenida.
Comedia de espías protagonizada por dos cómicos experimentados (Dany Boon y Philippe Katerine). Aunque parte de una buena premisa, está contada de una forma tan pedestre que, lamentablemente, no tiene ninguna gracia.
Kristen Stewart protagoniza una apuesta de ciencia-ficción bajo el agua, donde están claras las buenas intenciones respecto a los cánones del género. Sin embargo, la trama se la juega en los golpes de efecto más que en su solidez.
El segundo largometraje del joven Balagov es una interesante mirada a la devastadora situación del Leningrado post segunda Guerra Mundial. La mirada hacia la mujer, la sociedad y la maternidad se hace con fuerza visual.
Esta adaptación francesa del cómic autóctono (de Mario Torrecillas y Artur Laperla) se convierte en un film dramático que alienta el valor de la relación paterno-filial.