Este nuevo arranque de la próxima trilogía jurásica no aporta nada nuevo al conjunto y peca de los mismos elementos previsibles. Sin embargo, consigue su cometido de entretener y convence con el dúo Johansson-Bailey.
En esta nueva entrega de la saga de dinosaurios iniciada por Steven Spielberg, se produce un salto temporal que justifica el hecho de establecerla como una secuela y, al mismo tiempo, la primera parte de una nueva trilogía programada. Así pues, la historia contempla nuevos roles, nuevas tramas y nuevos parajes, aunque en esencia sigue siendo lo mismo.
Jurassic World: el renacer mantiene los mismos patrones, los mismos estereotipos en el grupo de personajes principales –tanto los buenos como el malo– y los mismos giros de siempre que la convierten en una aventura predecible –si uno hace quiniela de quién va a perecer ante el ataque de los dinosaurios desde el minuto uno, muy probablemente acierte–. El argumento sigue siendo una consecución de escenas “por acumulación”, cada vez aparecen dinosaurios más grandes y los protagonistas están en mayor peligro.
A pesar de todo esto, este nuevo episodio jurásico logra sostener buenos momentos de tensión, asegura un rato entretenido –sobre todo para aquellos fans de la saga– y ofrece momentos de disfrute que elevan los socavones de otros films más recientes de la franquicia. Además, Scarlett Johansson y Jonathan Bailey conforman un convincente dúo con una gran química que, sumado a cuestiones éticas que permiten sacar alguna que otra reflexión, dejan un visionado satisfactorio.
Firma: Yoel González
Unos años después de que los dinosaurios volvieran a extenderse por todo el planeta Tierra, el nuevo clima y las nuevas enfermedades han dificultado su vida en ella. Poco a poco, el número de dinosaurios ha ido disminuyendo hasta concentrarse principalmente en ecosistemas de las regiones ecuatoriales, donde las condiciones se asemejan más a las que tuvieron en la Era Mesozoica. Sin embargo, dadas estas circunstancias, los gobiernos internacionales se han unido para prohibir el paso a esa zona y evitar poner en peligro a la gente.
En este contexto, Zora Bennett, una agente experta en operaciones encubiertas, es contratada por un representante farmacéutico para llevar a cabo una misión secreta: infiltrarse en la zona restringida para conseguir el ADN de las tres criaturas más grandes con el fin de fabricar un medicamento curativo para el ser humano. Junto al Dr. Henry Loomis y un reducido equipo especial, se embarcarán en esta arriesgada misión hasta terminar en una isla prohibida donde se encontraba un centro de investigación del Parque Jurásico que sufrió un fallo de contención años atrás y dejó escapar a especies modificadas genéticamente.