Antes del anochecer

Un retrato fresco, de realismo demoledor, lleno de rutinas, derrotas y cimas. La última producción de Linklater, escrita a seis manos entre el director y los actores principales, resulta divertida, desgarradora y sembrada de esperanza. Se trata de un producto extraordinariamente vivo que, más que una secuela, resulta la culminación de sus dos films anteriores, Antes del amanecer 1995 y Antes del atardecer 2004; superados aquí ambos gracias a la madurez, tanto en la ficción como en la realidad, del proyecto y sus integrantes.

El estilo de Linklater tras la cámara parece heredero del cine de prosa de Rohmer, en el que mostraba personas hablando hasta el infinito mientras se desplazan de un lugar a otro. Algo repetido en los films de Allen pero que, en Before midnight, mejora al desprenderse del absurdo y tocar a fondo las bondades y escollos de la relación humana más compleja: el matrimonio.

La interpretación de Julie Delpy y Ethan Hawke nos deja mudos, con la sensación de habernos asomado a la ventana de una pareja cualquiera, de estar ante la vida a pelo. Derrochan tanta naturalidad y oficio, que crean en el espectador la necesidad de una nueva película, su continuación dentro de 10 años, la evolución de todos sus talentos. Esperaremos.

Firma: Anna Puigarnau