Daniel Tigre y su mundo

Mister Rogers’ Neighborhood fue una serie educativa americana que duró en antena más de treinta años. El vecindario, al estilo de Barrio Sésamo, mezclaban personajes reales y marionetas. Entre los muñecos de trapo se encontraba, Daniel el tigre rayado, el protagonista de esta animación en la que desaparecen los humanos y se filma íntegra en 3D.

Daniel Tigre y su mundo, creada por Angela Santomero, hereda de su predecesora el componente educativo y su tierna visión de la infancia y la familia. Ganadora del Emmy a la Mejor serie animada para niños en edad preescolar en 2019, esta serie se lanzó en 2012 y, por ahora, cuenta ya con seis temporadas y 134 episodios que Netflix ofrece de dos en dos. (También tiene un canal propio en YouTube)

El título recoge las pequeñas aventuras de su protagonista de cuatro años y las convierte en aprendizajes básicos para su audiencia. A través de la música, las canciones y la imaginación, Daniel da salida a su mal humor, a la tristeza, al miedo a enfrentarse a cosas nuevas, etc. El primer día en la guardería o una mañana lluviosa que estropea una salida al parque son oportunidades para expresar las emociones, comprenderlas y gestionarlas.

Para ello, Daniel cuenta con el apoyo incondicional de sus padres, su profesora o algún otro adulto cercano. Con esto, se pone en valor el hecho de acompañar a los más pequeños en su crecimiento y la necesidad de enseñarles a expresar y comprender los sentimientos. Además, la amistad, la imaginación, la fortaleza y el camino para encontrar soluciones a los problemas se manifiestan en cada una de las historias.

A nivel visual, Daniel Tigre y su mundo ofrece una animación con texturas y apariencia de recortables, lo que le da un toque de singularidad. Además, destaca el tono amable en el que se comunican los personajes, sin estridencias y con cariño. También, el ritmo adecuado y las historias sencillas cautivan por la dulzura de su protagonista, por las “cosas de niño” que descubrimos en él y por el mimo que se ha puesto en cada episodio.

Llena de valores, esta animación destaca esa parte de la infancia tan escondida en otros títulos: la necesidad de unos padres atentos y disponibles, la de los amigos con los que compartir los juegos y la de aprender a conocer el mundo de la mano de aquellos en los que pueden confiar.

Firma: Mar Pons