
A pesar de que se esfuerza por parecerlo, After no es una historia romántica para adolescentes, sino una sucesión de escenas eróticas edulcoradas. Esta secuela es una propuesta anodina con diálogos vacíos.
A pesar de que se esfuerza por parecerlo, After no es una historia romántica para adolescentes, sino una sucesión de escenas eróticas edulcoradas. Esta secuela es una propuesta anodina con diálogos vacíos.
Una excusa con la que ofrecer sexo “apto” para adolescentes en la gran pantalla. Un film carente de argumento, donde los personajes secundarios están de relleno y no vemos más que escenas sexuales, enfados y reconciliaciones.
Jenny Gage se estrena con una película que endulza y da razones para seguir usando a la mujer adolescente como un objeto. Estamos ante el arranque de una saga de adaptaciones de una historia tóxica.