La habitual comedia veraniega de Santiago Segura llega con todos los ingredientes que sus seguidores esperan: muchas bromas, diferentes enredos y unos personajes que nos han acompañado los últimos cinco años.
La habitual comedia veraniega de Santiago Segura llega con todos los ingredientes que sus seguidores esperan: muchas bromas, diferentes enredos y unos personajes que nos han acompañado los últimos cinco años.
Una nueva comedia familiar de la mano de Santiago Segura que deviene un enredo sin gracia y una mezcla de impostados elementos. Pese a la voluntad de entretener y hacer reír, acaba por agotarse rápidamente.
De Caperucita a loba es una disparatada comedia que retrata situaciones humillantes que se viven en las relaciones amorosas para enseñar a reírse de uno mismo. Sin embargo, en su conjunto, no acaba de funcionar.
La segunda parte de las aventuras de unos niños en un tren es bastante parecida a la original, aunque con menos frescura. A pesar de su simpleza, conforma una propuesta amable para pasar un rato divertido.
La familia García vuelve para contarnos sus aventuras navideñas con la pequeña Cris, el novio de Sara y el padre de Marisa, “el abuelo”, en la casa. La diversión está servida.
Santiago Segura regresa con su propuesta cinematográfica cómico-familiar del verano. Menos sólida y blanca que sus dos predecesoras, mantiene el interés y entretiene, en especial la trama de adultos.
Entretenida comedia familiar para el verano, en la que Santiago Segura interpreta a un marido-cuñado que desencadena divertidas y locas situaciones al quedarse solo a cargo de sus cinco hijos.