
Con un clima semi documental, la segunda película de Carla Simón se convierte en una detallada mirada a un modo de vida que se va, mientras hace justicia a las personas que lo protagonizan.
Con un clima semi documental, la segunda película de Carla Simón se convierte en una detallada mirada a un modo de vida que se va, mientras hace justicia a las personas que lo protagonizan.
Carmen Machi es una desternillante protagonista en esta comedia que invita al espectador a una luna de miel un tanto peculiar. En fascinantes paisajes de las Mauricio, las vivencias de madre e hijo arrancan más de una carcajada.
El extenuante día a día de una madre de familia trabajadora y en una frágil situación personal, laboral y social se convierte, de la mano de Gravel, en un relato trepidante y que invita a pensar.
Adiós, Señor Haffmann es un relato ambientado en la Francia ocupada por los nazis. Su discurso aborda cuestiones como la moralidad, la subyugación y la emancipación de la mujer en un espacio dramático limitado.
Ainbo y sus dos espíritus guía se unen en un viaje épico para acabar con la maldición de toda una aldea. Este film retrata importantes valores como la amistad, la superación de la muerte o el crecimiento personal y espiritual.
AMA-DAS visibiliza la vulnerabilidad y violencia que las mujeres con algún tipo de discapacidad pueden padecer por parte de sus parejas o conocidos. La apuesta por una visión observacional del espectador de la vida de las protagonistas es sugerente, pero resulta a ratos tediosa.
El segundo film de Sylvie Ohayon es un extraordinario reflejo de procesos por los que pasan muchas personas. Es un título exquisito, cercano, con los detalles muy cuidados y de gran calado.
A pesar de ser, en ocasiones, demasiado sensiblera y tragicómica, se trata de un gran trabajo técnico de reconstrucción del incendio, con una narración angustiosa que honra a las personas corrientes que ayudaron a sofocar el fuego.
Arthur Rambo sumerge a la audiencia en el mundo de Twitter para plantear una problemática real. Gracias a una correcta actuación protagonista y situaciones límite, invita a una necesaria reflexión sobre las redes sociales.
Un reparto estelar femenino encabeza esta historia vertiginosa de espionaje, en ocasiones genérica y predecible, pero que consigue su objetivo principal: entretener y amenizar un par de horas.