
La propuesta de Julius Berg se hace un hueco como alternativa satisfactoria, pero algo confusa a las ya clásicas películas sobre irrupciones violentas en el hogar.
La propuesta de Julius Berg se hace un hueco como alternativa satisfactoria, pero algo confusa a las ya clásicas películas sobre irrupciones violentas en el hogar.
La historia resulta poco interesante, pero la mansión y los escenarios que la envuelven le aportan cierto encanto. Otro film de
terror que se queda a las puertas del género y no es capaz de agradar a la audiencia más fiel.
Un thriller psicológico y de acción que se salva gracias a Russell Crowe. Con una trama surrealista y macabra, el director consigue crear tensión y mantenerla, aunque no sea una producción rica en cuanto al guion ni en lo referente a una historia interesante.
Un grupo de jóvenes que organiza robos de productos de lujo protagoniza este vibrante thriller con mucha acción y música electrónica a todo volumen. A pesar de su larga duración, no cansa gracias al ritmo y a la gran factura técnica.
El intento de mezclar muchos temas, sin relación entre ellos, con resultado satisfactorio era casi tan difícil como que nieve en Benidorm. Por eso, a pesar del reparto, en general la cinta resulta confusa y se hace un tanto larga.
El terror brilla por su ausencia en esta secuela de la película homónima de los 90. La coherencia de la trama, también, pero suplen unas actuaciones creíbles.
El thriller de David Victori arrastra al público, junto con el protagonista, a una noche trepidante llena de despropósitos. En pocas palabras, triunfa en su forma (por su ritmo) y se hunde en su fondo (por su falta de verosimilitud).
Otra película del régimen de Hitler, esta vez centrada en un colegio inglés –que existió realmente– al que asistieron las hijas de nazis. Un thriller satisfactorio que muestra la duda entre la doctrina aprendida y lo que se estima correcto.
Rupert Wyatt dirige un thriler muy correcto en el que explora la actitud de los colaboradores y disidentes en un mundo sometido por extraterrestres. Aunque la premisa induce a confusión, es un film ameno.
Este thriller dramático busca unificar las áreas grises de las inversiones en países en vías de desarrollo y su relación con todos los actores políticos y sociales. Con pasajes convincentes, el conjunto adolece de cierta verosimilitud narrativa.