Adam Driver y John David Washington protagonizan una poderosa película que evoca una sincera reflexión sobre las discriminaciones raciales.
Adam Driver y John David Washington protagonizan una poderosa película que evoca una sincera reflexión sobre las discriminaciones raciales.
Una comedia romántica de época y a la francesa: es decir, con un dominio de la sutileza y el enredo y alguna salpicadura grotesca menos pertinente.
Una comedia que abunda en gracias escasas e inconexas, que pierde la ocasión de desarrollar con coherencia las segundas oportunidades y el rol de los educadores.
Una comedia de sustos para los más pequeños de la casa. Una cinta muy entretenida, llena de acción y de humor para los que disfrutan del cine de palomitas.
El salto de Querejeta a la comedia de la mano de un guionista no habitual en su filmografía desata una ola de añoranza de su cine anterior.
Le falta para ser una película redonda, pero vale la pena solo por ver al muñeco de felpa. Sin duda, Winnie the Pooh es lo mejor de la cinta.
Un thriller tejido a testerazos, que se codea con la comedia y que expulsa al espectador que disfruta colaborando en la experiencia de ver un film.
Un subproducto que maltrata la memoria de los personajes creados por Jim Henson.
Una película donde se usan sistemáticamente las ensoñaciones como reclamo dramático (para provocar subidas de tensión), además de la mujer en su papel físico-seductor.
Johnny English vuelve a la acción con la película más absurda pero entretenida de la saga.