Dos colegas y la gran bestia

Gunhild Enger y Rune Spaans dirigen esta nueva película que alcanza su objetivo principal de hacer reír. El argumento es simple: dos amigos, tras recibir una falsa notificación de desahucio del túnel en el que viven, se embarcan en un viaje para encontrar al Capitán Tootson, el abuelo desaparecido de uno de ellos. Con esta premisa de base y los hechos que suceden en la narración, existe —por momentos— una falta de concordancia estructural que puede desorientar a algunos.

El tipo de humor a lo largo del metraje es excesivamente infantil; resulta ser un tipo de ironía negra dulcificada para los más pequeños y —inevitablemente— termina cayendo en una gracieta fácil y poco original. Además, la incorporación de escenas que insinúan y dejan entender ciertos temas como el alcoholismo, bandas underground colocadas o una especie de resurrección divina pueden resultar insensibles e innecesarias para los adultos.

De todos modos, su gran fuerte es la cantidad de referencias a momentos o situaciones históricas que solo los mayores van a conseguir asociar. Las menciones a la cultura pop suelen ser comunes y tienen el objetivo de amenizar el visionado a los padres y, en este caso, son un gran logro.

Uno de los aspectos más cuidados es la fotografía, que cautiva con facilidad a cualquiera. Asimismo, en ciertas partes del largometraje aparecen innovaciones —como la recreación de videojuegos— que resultan agradables y creativas.

En definitiva, aunque la trama está creada para niños y, por ende, el tipo de bromas tienden a lo estúpido, hay una carencia de cohesión narrativa considerable. A pesar de ello, divierte a los más peques y sirve como un entretenimiento más. Es, en general, una ocurrente comedia para toda la familia.

Firma: Laura Castro