El escándalo de Ted Kennedy

John Curran (El velo pintado, El viaje de tu vida) se lanza a la peligrosa aventura de un biopic sobre un Kennedy. Este linaje político norteamericano ha dado pie a numerosos films, lamentablemente por culpa de una especie de mala suerte que ha provocado numerosos dramas, tragedias y no pocas controversias.

Taylor Allen y Andrew Logan, guionistas noveles pero habituales de la producción y edición, saben que pisan especiales arenas movedizas pues del incidente Chappaquiddick jamás se han conocido los datos esenciales y sus protagonistas se los han llevado a la tumba.

Con esto por delante, la película se dedica a efectuar un retrato bastante ordenado en su cronología y muy patético (en el sentido más griego de la palabra) en su mirada hacia los personajes. Este foco, excesivo dramáticamente en su agrio y exagerado dibujo del patriarca del clan, presenta algunos problemas en lo que respecta a Edward. El relato se centra tanto en reflejar su carácter dubitativo que la trama se contamina de esa indecisión con demasiada frecuencia y brusquedad, con lo que deja al espectador en pie de guerra respecto a la verosimilitud de ciertos momentos.

Por otro lado, la coincidencia de la llegada del hombre a la luna, justo en esa semana de julio de 1969, permite lucir los mejores aciertos del guion: una metáfora del triunfo de una administración gubernamental en lo más alto del espacio con una caída en lo más profundo moral y bajo aguas.

Incluso con las licencias no históricas que El escándalo Ted Kennedy también sugiere, se trata de un título que atraerá al público que disfruta con esas tragedias que aporta la política mezclada con la familia.

Firma: Lourdes Domingo