Ocho consejos para prevenir el ciberbullying

Es cierto que actualmente hay muchos casos de ciberbullying, pero también es real que podemos intentar prevenirlos si desde pequeños aprendemos a hacer un uso correcto de internet y de las redes sociales. En este blog os dejamos ocho consejos para prevenir el ciberacoso, algunos de ellos acompañados de otros materiales para ampliar aquellos temas que sean de vuestro interés.

1. Es necesario hablar con nuestros hijos sobre los límites de la comunicación con el móvil o la tablet, fomentando el pensamiento crítico, la empatía y la asertividad

La netiqueta es el conjunto de pautas de comportamiento general en internet. No es más que una adaptación de las reglas de “etiqueta” o buena educación del mundo real al virtual, con el objetivo de aportar seguridad y humanidad a la comunicación. Los niños deben conocerla, y quien mejor se lo puede explicar somos sus padres.

2. Los padres debemos conocer los sitios web y apps que utilizan nuestros hijos e hijas, el uso que le dan y los contactos que tienen

Para educar a nuestros hijos, debemos dedicarles tiempo. Esto es saber dónde están, conocer sus intereses y ver el tiempo real que dedican a ellos. Y si es importante que estemos en la vida real, igual o incluso más lo es que estemos en la virtual, ya que allí les vemos menos.

¿Sabes qué es TikTok, la app que ha estado más en auge últimamente? ¿Reconoces los perfiles en Instagram y sabes cuánto tiempo duran las stories? ¿Cuántos perfiles de famosos e influencers siguen tus hijos? ¿Hay algún modo de desactivar la localización en Snapchat? ¿En YouTube es posible configurar la privacidad? Quizás sí que conocemos la existencia de estas app, pero no entendemos su funcionamiento o sus características principales. Para conocerlas más a fondo, accede a los artículos enlazados en cada red social citada.

Otra idea para conocer las aplicaciones es el bloqueo de la instalación directa. De este modo, cada vez que los niños quieran empezar a utilizar una red social nueva, o un juego, tendréis la oportunidad de comentarla antes, que os expliquen sus motivos y que podáis investigar sobre su funcionamiento para ver si os parece adecuado que vuestro hijo la use.

Finalmente, también es importante ver con quién se comunican, con quién comparten fotos y anécdotas de su vida, con quién mantienen conversaciones. ¿Son familiares y amigos, amigos de amigos o personas que han conocido por internet?

3. Debemos tener información actualizada sobre los contenidos digitales: redes sociales, videojuegos, etc. para conocer posibles riesgos y prevenirlos.

Para poder aconsejar bien hay que informarse en distintos ámbitos. Debemos saber qué contenidos ofrecen en las plataformas de pago (Movistar+ Lite, Disney+, Netflix, etc.), sobre qué tratan los videojuegos que les compramos y a qué tipo de páginas web acceden.

En la página web Contraste.info encontraréis críticas de series, películas, programas de TV, recursos de internet y videojuegos en las que se habla de su contenido, de la edad a la que van dirigidos, su calificación, etc. Todo esto intenta ser de ayuda en el momento de elegir qué queréis que se vea en vuestros hogares.

4. Debemos aprender a generar espacios de confianza y comunicación con nuestros hijos e hijas y hablar de la intimidad, la privacidad y las relaciones afectivas

No podemos esperar que nuestros hijos entiendan la importancia de cuidar su privacidad por si solos. Los padres debemos estar detrás, para resolver dudas y explicar los motivos por los que hacemos las cosas. Para ello, es necesario que haya espacios de confianza en los que nos puedan preguntar y nosotros hablarles sobre intimidad. También para que cuando vean algo extraño, se sientan “atacados” o incómodos en las redes, o presencien una situación injusta, acudan a nosotros en busca de consejo.

5. Los adultos debemos dar ejemplo: lo que hacemos y lo que no hacemos, lo que decimos y lo que no decimos.

Actualmente vemos un fenómeno muy común: el de los padres influencers. Se trata de adultos que en sus perfiles personales publican continuamente fotos de los hijos y de sus casas, muchas veces con el afán de compartir sus secretos de organización familiar o el estilo que tienen para elegir la ropa.

Hay que tener en cuenta que si los niños crecen viendo que sus padres gestionan así sus perfiles lo asociarán a una actitud correcta. Luego será más difícil que entiendan que deben proteger su intimidad y no compartir según qué cosas en las redes sociales, ya que sus padres lo han hecho, no solo a nivel personal, sino con todos los miembros de la familia. Si quieres saber más sobre este tema, puedes leer el artículo Madres y padres influencers, ¿quién defiende al menor?

Pero no es solo el tema de lo que colgamos en las redes sociales. Si queremos que nuestros hijos utilicen las nuevas tecnologías de forma correcta, es básico seamos ejemplo en ello. En casa, ¿los adultos tenemos un límite de tiempo de uso del móvil, o solo los pequeños? Si en casa hay normas sobre el tiempo de uso de las pantallas y zonas libres de móviles, los padres también deben cumplirlas.

6. Hay que aprender a convivir con las pantallas de forma saludable y controlada

Las pantallas, en su justa medida, son de gran ayuda. Nos distraen después de un día cansado, permiten que estemos comunicados con gente que está físicamente lejos y, gracias a ellas, también podemos aprender y compartir nuestros conocimientos. Debemos crear en nuestras casas un espacio propicio en el que se conviva de forma saludable y controlada. A continuación os dejamos algunas ideas.

  • Contratad pocos datos para los móviles. De esta forma, los niños “gastarán” su internet en lo que realmente les interesa, pero no en matar el tiempo, ya que saben que su conexión no es infinita.
  • Estableced algunas zonas de la casa y algunos horarios offline. En estos espacios y a las horas decididas, los móviles se dejan de lado para estar pendientes de la familia, estudiar y realizar las tareas de la casa.
  • Apagad el wifi por la noche. Esto evitará que ni niños ni adultos estemos pendientes de las nuevas notificaciones que pueden ir llegando, de conversaciones interminables con los amigos o de ver “un capítulo más” de la serie que nos tiene enganchados.
  • Firmad un contrato de uso del móvil entre padres e hijos. En este se establecen las normas básicas de funcionamiento del teléfono: tiempo de uso, qué tipo de apps pueden descargarse, quién pagará las facturas, etc.

7. Actuar siempre ante una señal de alerta: ¡la no reacción es desprotección!

El campo de las relaciones en internet es muy amplio y, si se trata con cuidado, no tiene por qué pasar nada. De todos modos, hay que estar atento, para que a la más mínima señal de peligro nuestros hijos puedan acudir a nosotros.

8. Hacer comunidad: escuela, vecindario…

Es importante conocer a mucha gente para tener relaciones verdaderas y cercanas. Los amigos de nuestros hijos no pueden estar solo en internet. Tenemos que estar pendientes de que hagan amistades y las cultiven. Las pantallas pueden ser un reflejo de ello, pero no el único modo por el que mantengan contacto.