
The innocents propone la inquietante idea de que la inocencia de los niños puede ser una fachada. El elenco realiza un buen trabajo, pero el fallo del guion y las constantes escenas desagradables no acaban de funcionar.
The innocents propone la inquietante idea de que la inocencia de los niños puede ser una fachada. El elenco realiza un buen trabajo, pero el fallo del guion y las constantes escenas desagradables no acaban de funcionar.
Esta precuela de la saga de espías cambia su tono hacia uno más serio, con reflexiones antibelicistas. Pero, por eso, no deja de entretener con acción y unos toques de humor, a veces, poco elegantes.
François Ozon regresa con una adaptación de la novela de una de sus colaboradoras y amigas. A pesar del tema y del respeto con que aborda a los personajes, el film resulta algo apagado y gélido.
Todos lo hacen da la impresión de ser una reunión de actores cómicos representando una obra de teatro de Agatha Christie. No es una propuesta memorable, pero hace reír a menudo y presenta personajes muy divertidos.
La propuesta de Todd Field es perturbadora por momentos y excesivamente larga. Aunque cuenta con una deslumbrante protagonista y una música embriagadora, le falta cohesión y le sobran escenas de relleno.
La secuela de Top Gun atrapa desde el inicio gracias a la fotografía, la banda sonora y el argumento inteligente. Con impresionantes secuencias de vuelo y mucha acción, resultará atractiva para una audiencia amplia.
Pau Durà aprovecha con eficacia un metraje breve y un único escenario para crear una serie de malentendidos que hagan reír al público. Sin más pretensiones que esa, Toscana es una comedia eficaz que aborda las crisis adultas.
Banjong Pisanthanakun dirige un mockumentary de terror que promete una satisfactoria experiencia al espectador en su comienzo, pero que falla en mantener el suspense debido a su larga duración.
Una historia sobre la dureza del agro con cero concesiones al romanticismo. Es ruda y seca como la misma tierra que la protagoniza, como los inmensos personajes que la pueblan.
Los tres minutos iniciales son suficientes para saber lo que esta película nos ofrecerá durante dos horas y veinte minutos: sangre, sangre, sangre y un guion y personajes nada trabajados.