Una casa en Córcega

Opera prima de este director belga que traslada el dualismo ciudad-campo a la dialéctica entre la industrial Charleori y la idílica Córcega; ambas geografías, además, son parajes bien conocidos por Duculot. Este trasfondo acompaña la trama de crecimiento personal de la protagonista.

Christina se mantiene en unas circunstancias más o menos cómodas, pero nada desafiantes ni atractivas. Por eso, la herencia de su abuela, la posibilidad de investigar en sus raíces, la oportunidad de hacer algo sin la continúa opinión contraria de su familia y amigos y la exploración de la naturaleza, son las otras bazas que juega el film para implicar al espectador en la aventura del personaje interpretado por Christelle Cornil.

La película no se adentra en terrenos mucho más profundos que los citados, además de otorgar un interesante papel a la familia en el cambio que se produce en la segunda mitad del film. Pierre Duculot no cae en idealismos fáciles respecto a lo rural y paisajístico o sus gentes. Los desencantos sentimentales de Christina vienen dados de la falta de un objetivo común y un compromiso real en su relación con el novio belga, y de ingenuidad algo ciega con Pascal. Tampoco se esconde los desencantos que se lleva en la gestión de su casa de campo. Por eso, el cierto minimalismo de esta propuesta favorece su evaluación por parte del espectador. Cine sin grandes aspavientos, sin muchas novedades y con un manejo de tópicos sobre “coger las riendas de la vida” bastante controlado.

Firma: Lourdes Domingo