Lolo, el hijo de mi novia

Julie Deply retorna con un nuevo refresco de verano como ya hizo con El Skylab. La conocida actriz y coguionista de Antes del anochecer y Antes del atardecer, se ha prodigado también en la dirección con títulos como Dos días en Nueva York o Dos días en París.

En esta ocasión, Deply se esfuerza por todos lados. Para empezar en los títulos de crédito, con un grafismo y banda sonora que augura un tono ligero y de sabor a Blake Edwards que jamás aparece en el film.

Después, el esfuerzo lo pone en el guion, que pretende ser gracioso, dinámico y algo iconoclasta. La cuestión es que, en realidad, la comedia no explota por ningún lado porque la escritura se ancla en una dialéctica donde el recurso cómico es básicamente el humor sexual y el burdo choque de culturas. Las réplicas casi provocan la sonrisa y otras veces el sonrojo por lo poco elaborado de sus propuestas.

Quizá lo más equilibrado es una dirección que se dedica a seguir a los actores (Dany Boon, Vincent Lacoste incluidos), que se afanan por construir una historia sobre la nueva mujer madura, moderna y urbana y el corte del cordón umbilical. Lo más lamentable es que el tema sí que está en boga y merecería una buena comedia o un buen drama, pero la apelación al cliché y a la batalla de gritos ahoga a un espectador que espera algo más.

Firma: Lourdes Domingo