Lejos del cielo

El director critica cierta estrechez de miras de la sociedad norteamericana de los años cincuenta. El guión y su realización consiguen hacer de la historia un relato verosímil, tanto por los personajes y su forma de actuar, como por la ambientación. En este sentido, el colorido del paisaje y del vestuario es exquisito, lo que aporta una sensación de placidez y harmonía que choca, de una manera buscada por Todd Haynes, con la falta de paz en la vida de los protagonistas. También es destacable ese inicio y final unidos por la misma imagen: el aparcamiento de la estación de tren. A través de este relato, el director nos presente la falta de diálogo en la familia, la infidelidad y la homosexualidad haciéndonos reflexionar acerca de los mecanismos que los individuos utilizan para evitar enfrentarse con la realidad y suplir las carencias no asumidas.

Firma: Redacción