El Havre

El cineasta finlandés Aki Kaurismäki se traslada a Francia para abordar uno de los problemas más delicados y complejos del mundo contemporáneo: la inmigración. Con El Havre, Kaurismäki propone una mirada desde el corazón, agradable y optimista (aunque no por ello carente de compromiso), a un público acostumbrado a la crítica feroz y contundente en cuestiones de calado social. La película es un canto a las bondades de la naturaleza del hombre, una historia pseudorealista de final feliz, sin secretos, con la que el director transmite su fe y esperanza en la condición humana.

El mundo que construye el finlandés es una pequeña burbuja al margen de la realidad, que acoge a perdedores que dejan de serlo en la medida que potencian sus valores más auténticos de una forma completamente natural y espontánea. Emotiva pero muy sobria, la película evita sentimentalismos fáciles y comerciales pese a desprender sensibilidad a raudales a cada minuto. Por otro lado, posee un humor finísimo y un tono desenfadado con mucho encanto, tanto en su simpático elenco de personajes como en la ambigüedad de una estética y ambientación que recuperan romántica e idealizadamente, en pleno siglo XXI, la huella imborrable de la Francia de los 50.

Un sencillo y solidario cuento lleno de vida y humanidad que sublima el espíritu del hombre a la vez que lo conmueve.

Firma: Juan Xipell