Novembre

Cédric Jimenez utiliza una trama muy potente para conseguir que el espectador no quite la mirada de la pantalla. Para empezar, el terrorismo sigue muy presente en nuestra sociedad y el público francés se ve conmovido por la cercanía del crimen que se cometió. Así se ha reflejado en otras representaciones audiovisuales como Un año, una noche, a pesar de mostrarse desde una perspectiva distinta a la de Novembre.

La cinta tiene muy buen ritmo y comienza con una escena que incluye algo de acción, cuando el protagonista, Fred, vuelve a París y tienen lugar los distintos atentados. Tras el más grave, el de la sala Bataclan, todo empieza a descontrolarse. Seguidamente, vemos durante cinco días a un servicio antiterrorista compuesto por mujeres y hombres que quieren encontrar a los responsables de lo sucedido. El director expone de una manera muy realista cómo es el protocolo de actuación y cómo, a pesar de que mantienen la compostura por las exigencias del trabajo, los protagonistas también sufren las consecuencias y la presión de lo ocurrido. Así, queda patente su lucha constante entre dejar de lado las emociones o mantenerlas para seguir adelante.

También se hace referencia a cómo la colaboración de las personas que tengan o hayan tenido algún tipo de contacto con los criminales es fundamental. Al mismo tiempo, se retrata una clara desprotección por parte de las autoridades e instituciones hacia los testimonios, a quienes les hacen falsas promesas que, en muchas ocasiones, nunca llegan a cumplirse.

Asimismo, las escenas de investigación y seguimiento a veces pueden llegar a resultar pesadas; algo normal, puesto que, con la adrenalina, el espectador quiere descubrir inmediatamente si el equipo consigue capturar o no a los culpables. En definitiva, es una buena película para entender cómo las autoridades francesas se organizaron e intentaron solucionar lo más rápido posible los crímenes que tantas vidas arrebataron.

Firma: Laia Varo