La conferencia

Parece que siempre queda hueco para abundar en lo acontecido durante la Segunda Guerra Mundial. Pero pese a que es un tema explotado en la industria del cine, Matti Geschonneck dirige un film que consigue atemorizar sin una sola secuencia explícita ni elementos del género de terror.

Sorprendentemente, la cinta se desarrolla con agilidad, a pesar de que casi todo sucede dentro de la misma habitación con las mismas personas, que hablan sobre el mismo tema. Es fascinante cómo el equipo ha conseguido retratar una maldad refinada sin necesidad de introducir sobreactuaciones o florituras para exagerar el horror. Las interpretaciones son sobrias y magníficas, puesto que logran provocar en el espectador una sensación de desprecio hacia los personajes.

Sin duda, la materia que se trata a lo largo de la película, es escalofriante y resulta chocante cómo pudo tener lugar una reunión tan salvaje en un pasado no muy lejano. Como si se tratase de una junta de vecinos en la que tienen que solucionarse problemas triviales, la audiencia asiste a una asamblea en la que varios hombres discuten acerca de cómo ejecutar uno de los mayores crímenes de la historia.

Por otro lado, hay que reconocer el mérito de los guionistas, que han inventado las personalidades y el contexto alrededor de las actas que dejó Adolf Eichmann de manera increíblemente verosímil. Aunque no existe más material sobre aquel encuentro, la recreación de la velada da la impresión de estar cuidadosamente estudiada de algún documento.

En definitiva, La conferencia aborda una etapa y unas conversaciones muy duras con una técnica impecable. Asimismo, invita a reflexionar sobre ello y, en especial, a intentar evitar algo semejante en el futuro.

Firma: Patricia Amat