Drive my car

Crítica Drive my car

Análisis

Con excesiva longitud y con maestría en no pocos pasajes, el film de Hamaguchi habla con sugerencia de las heridas personales. La metáfora del coche y de la obra de teatro completan la fuerza de su trama.


Drive my car es una película muy larga, muy muy larga. Técnicamente irreprochable, emocionalmente sugerente y plagada de aciertos narrativos. Pero, insisto, demasiado larga. Todo lo bueno, que es mucho, que pueda decirse de ella, se estrella con un metraje exagerado no por los minutos en sí, sino por lo innecesario de dicha duración.

Basado en un relato corto (pista interesante e incomprensiblemente ignorada) del escritor Haruki Murakami, el film retrata con pausada precisión el duelo y la desubicación de un actor maduro, aferrado a la seguridad de su coche y perplejo ante una vida cotidiana que continúa impasible a pesar de su dolor.

Una fotografía nítida y unos paisajes inmensos ayudan a comprender la soledad y el desconcierto de Yûsuke que camina (o conduce) hacia adelante sin salir de su torturado ensimismamiento.

Sin embargo, donde el guionista y director Ryûsuke Hamaguchi demuestra su maestría es en la descripción, intrigante y sutil, de las heridas que tanto Yûsuke como Misaki, su joven conductora, llevan impresas en el alma y lastran su presente y, presumiblemente, su futuro. En la intimidad del Saab 900 Turbo, en las esperas a la puerta del teatro o invitados a una cena familiar, se van revelando, a ellos mismos y al público, las aristas de un bagaje emocional que amenaza con estrangular la vida que tienen por delante.

Acierta también Hamaguchi en acompañar la evolución de Yûsuke con la preparación de Tío Vania y los paralelismos de ambos personajes, el de la escena y el de la pantalla. Los ensayos o la elección del elenco, largos en exceso y reiterativos, cumplen no obstante la función de ir modelando y transmitiendo la interioridad del protagonista.

Todo este desarrollo funciona e impacta a pesar de algún elemento poco perfilado, como todo lo que concierne al antagonista Koji. Pero, como decía al principio, este buen hacer carga con un desproporcionado comienzo. Casi 45 minutos de introducción, innecesaria y gruesa, que desdice de resto del metraje y añade aún más lastre al que soportan los pobres protagonistas.

Firma: Esther Rodríguez

ficha técnica

Director: Ryûsuke Hamaguchi

Guionistas: Ryûsuke Hamaguchi, Takamasa Oe

Intérpretes: Ahn Hwitae, Hidetoshi Nishijima, Masaki Okada, Perry Dizon, Reika Kirishima, Satoko Abe, Sonia Yuan, Tôko Miura

Género: Drama

País: Japón

Fecha estreno: 04/02/2022

Lenguaje: Coloquial

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Valores

Un actor y director de teatro, que no puede superar un drama reciente, viaja a Hiroshima para montar una producción de Tío Vania. Allí, le será asignada una joven y enigmática chofer con la que entablará una curiosa relación.

Título original: Doraibu mai kâ

País: Japón

Duración: 179’

Distribuidora: Elastica Films, Filmin

Color: Color

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