A causa del profundo individualismo que se ha asentado en las sociedades modernas, la importancia de ciertas ideas tradicionales ha disminuido. En la familia, donde antes las personas de la tercera edad constituían un pilar fundamental y se les guardaba gran respeto, actualmente han quedado relegadas a un segundo plano.
En una época en la que ni siquiera los nietos parecen conocer las preocupaciones y necesidades ocultas detrás de un rostro con arrugas, el equipo de Contraste ha recopilado algunas de esas películas que, todas juntas, consiguen reconstruir el retrato de una generación prácticamente olvidada.
Estos títulos permiten ser conscientes de temas tan vitales como el sacrificio de los abuelos y abuelas por la familia, la soledad que experimentan cuando no se encuentran en compañía o el valor de la creación de vínculos intergeneracionales, entre otros.
El amor por la familia y la reconexión
Uno de los conflictos primordiales en la interacción entre las personas de la tercera edad y los adultos es, sin duda, la habilidad para crear lazos entre unos y otros en la infancia, y también en la adultez, después de vivir una vida marcada por ciertas circunstancias que enfrían o solidifican las relaciones entre la familia.
Es por eso que, en muchas ocasiones, tras un sinfín de experiencias vividas, las personas deciden enmendar sus errores del pasado e incluso algunas víctimas dejan su orgullo de lado para reconstruir y conservar relaciones valiosas. Este es el caso de Una historia verdadera, que ilustra el tedioso viaje de un veterano de guerra terminal en un cortacésped para reconciliarse con su hermano, quien se alejó de él tras una dura pelea hace muchos años.
Desde una perspectiva aún más dramática, la cinta Lola pone el foco en la figura matriarcal de las lolas (“abuela” en tagalo) y la gran lucha que llevan a cabo para conseguir salir hacia delante por sus seres queridos en una sociedad precaria. Del mismo modo, películas como Sangwoo y su abuela, igualmente, reflejan el gran amor que alberga una abuela desde el momento en el que conoce a sus nietos, la importancia en la vida de un infante y el esfuerzo y la paciencia que invierte en su crianza.
Asimismo, Cuentos de Tokio y su remake más moderno, Una familia de Tokio, son obras en las que se recalca la importancia de mantener los vínculos con los progenitores, agradecer su esfuerzo e integrarlos en una vida donde el individualismo parece no guardar lugar para los ancianos. Además, se incide también en el longevo amor en un matrimonio, tema que es tratado en Le week-end, un filme que muestra la crisis que gran cantidad de parejas mayores afrontan, intentando restaurar la pasión y afecto de tiempos pasados.
Los orígenes, la tradición y la modernidad
Cuando la gente mayor es representada en los medios, se suelen divisar ciertas ideas que reflejan la moral conservadora de la época y que chocan con la visión de los más jóvenes. En el filme El abuelo, el pilar sobre el cual el protagonista se rige es el honor. Es un término que no es capaz de describir, pero aun así, lo interioriza como principio inamovible e incapaz de ser vencido por el amor de una de sus nietas, que no conserva su sangre noble.
Por otro lado, Minari. Historia de mi familia relata las peripecias de una familia que ha de emigrar desde Corea del Sur a América con el objetivo de vivir una mejor realidad al intentar cumplir “el sueño americano”. En esta película, la figura de la abuela se muestra como un apoyo para la mejora de la calidad de los lazos familiares. Ella es el punto de unión entre la tradición y la modernidad.
El valor de las relaciones intergeneracionales
Después de una larga vida marcada por experiencias en un contexto social muy distinto y lejano, las posibilidades de los mayores de crear lazos estrechos y compatibles con las nuevas generaciones parecen ínfimas. Los jóvenes y los adultos parecen alejarse de aquellas ideas que no comprenden y ven como austeras. what pharmacy will fill ivermectin Pero, a pesar de sus diferencias, cintas como Gran Torino, Le havre o Up, aunque con tonos y protagonistas muy distintos, demuestran que este tipo de relaciones sí pueden surgir de entre los seres más dispares e incluso evolucionar hacia un vínculo sincero y de respeto mutuo que, en muchas ocasiones, los más mayores agradecerían y atesorarían por encima de todo. El amor y el aprecio no siempre han de venir de la familia y estas películas lo demuestran.
Volver a ser joven, la ilusión por crecer y el sentido de la vida
Quevedo afirmaba que “todos deseamos llegar a viejos; y todos negamos que hemos llegado.” Muchas de las principales preocupaciones que acechan a nuestras personas mayores aparecen una vez dejan de percibirse como productivos para la sociedad, y sienten que no hay posibilidad de dar continuidad a una vida de actividad que parece haber acabado. Sin embargo, en el cine se ha querido mostrar que el camino de la vida nunca acaba y siempre hay manera de aprender cosas nuevas y encontrar una felicidad que se había perdido en el tiempo.
Por la parte que corresponde a cintas como Arrugas o Una canción para Marion, muestran que, incluso en la enfermedad y la soledad, con un pequeño esfuerzo en colaboración y convicción se es capaz de volver a visualizar vestigios de una juventud activa y hermosa. Es más visible aún esta capacidad de emprender nuevas aventuras al echar un vistazo a una historia real como la del documental Kaplan, un homenaje a aquella gente mayor que anhela la novedad para contrarrestar la falta de autonomía por la edad.
Por otro lado, encontramos obras que buscan reflejar el miedo a dejar de ser provechoso para la sociedad que, de nuevo, suponen un incentivo a continuar creciendo sin dejar de mostrar la dureza de la etapa como Abuelos y filmes como El becario, que abordan el tema con la herramienta del humor.
Por último, en una larga vida en la cual muchas cosas preciadas han sido perdidas o jamás han sido experimentadas, cabe recordar los metrajes que indagan en la búsqueda del sentido de la vida de personas redimidas como en Nebraska y A propósito de Schmidt.
La enfermedad y la soledad
No es extraño leer de vez en cuando noticias sobre gente mayor y encontrar la palabra “soledad” y “enfermedad” dentro de un mismo texto. Muchos ancianos se sienten desconectados del entorno que les rodea debido a su condición física y/o mental. El padre es un filme que destila realismo y ternura frente a la enfermedad del alzheimer, por la cual el protagonista vehicula temas como el sufrimiento y preocupación de una hija en el momento de lidiar con un ser querido con esta dolencia degenerativa.
No obstante, cintas como El agente topo también se centran en mostrar la verdadera realidad solitaria de la mayoría de ancianos, aislados de su entorno por una familia egoísta que siente la necesidad de disfrazar su culpabilidad. Lo hace magistralmente por medio de un metraje en el cual todos los hechos registrados son completamente reales.
En cambio, Lucky es un relato de un hombre que decide alejarse por sí mismo de la sociedad a causa de su orgullo e ideas férreas pero que, al acercarse cada vez más a la muerte en el día a día, siente temor de su desenlace al descubrir valores humanos que hace tiempo debería haber adquirido.
Conclusión
En conclusión, el cine logra ser una herramienta que acerca a los públicos más jóvenes a la comprensión de la identidad de las personas de la tercera edad, de sus luces y sus sombras. Todo ello por medio de un retrato fidedigno que muestra un abanico de facetas e historias completamente distintas que cualquiera puede asociar a sus mayores.
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Firma: Ariadna Fernández