Haifaa al-Mansour es la primera mujer directora de cine en Arabia Saudí y además, debido a las restricciones y recelos culturales por el séptimo arte, su película es el primer film rodado íntegramente en ese país.
Tras un entrenamiento con varios cortometrajes y un documental, en los que ya introducía la inevitable pugna que se da en algunos países entre tradición y modernidad respecto a la mujer, al-Mansour arranca con un relato de ficción, pero inspirado en la personalidad de una de sus sobrinas.
La bicicleta verde, que participó en la pasada edición del Festival de Venecia donde obtuvo el Premio Cinema Avvenire, se desarrolla en la línea sencilla, espontánea y viva de cierta tradición del cine de oriente medio. No en vano, la naturalidad de su protagonista y demás jóvenes compañeros de reparto ha cautivado a la nada desdeñable cifra (para un film independiente) de 450.000 espectadores en Francia.
La poligamia, la soledad y aislamiento de la mujer, el estudio literal de la religión coránica y el cumplimiento externo de tradiciones y reglas conviven con la pasión por el calzado deportivo de moda, el gusto por la música occidental, la invasión comercial china, el maquillaje y la play station. Es decir, mientras una mujer viste con leggins en su casa y fuma tranquilamente, al salir por la puerta o frente a otros hombres que no sean su marido, todo eso se acaba mientras se enfunda un completo niqab.
El acierto de Haiffa Al Mansour es no caer en el rencor ácido ni en un tono negro y apesadumbrado. En la tradición del mejor cine neorrealista, esta cineasta convierte a la bicicleta en un símbolo no sólo de libertad interior, sino de normalidad, cargado de buen humor.
En este sentido, las tramas tienen momentos duros, como las relaciones de madre e hija con un padre a punto de conseguir una segunda esposa, pero siempre el personaje de Wadjda desata momentos de fresca sinceridad. De hecho, la película es una interesante lección de las consecuencias negativas de educar sin confiar en el alumno/hijo y sin apostar por la libertad individual, formando bien la conciencia. Quedarse en la letra, no buscar el fondo; aleccionar a los jóvenes para que respondan lo que se espera de ellos y no lo que realmente entienden o creen; así como imponer mandatos, sin explicarlos, mientras uno mismo no los cumple es una bomba de relojería que sólo provoca una sociedad delatora, hipócrita y nada feliz.
Sin embargo, la redención, en pequeña medida y más como esperanza futura, viene de la mano de los niños. La reacción final de Wadjda, aunque de consecuencias algo nefastas, tiene su recompensa precisamente porque respondió con veracidad y eso siempre fortalece las auténticas relaciones humanas.
Firma: Lourdes Domingo
Extras DVD:
- Audio: español, árabe
- Subtítulos: español
- Tráiler
- Making of
- Ficha artística y técnica
Wadjda es una chica de 10 años que vive en los suburbios de Riad, la capital de Arabia Saudí. Aunque está creciendo en un mundo conservador, es divertida, emprendedora y siempre llega al límite entre lo que puede hacer y lo prohibido. Tras una pelea con su amigo Abdullah, un vecino con el que no debería jugar, Wadjda ve una bonita bicicleta en venta. Quiere desesperadamente esa bicicleta para poder ganar a Abdullah en una carrera. Sin embargo, la madre de Wadjda no se lo permite por temor a una sociedad que ve las bicicletas como un peligro para la dignidad de una chica.
