Homeland

Análisis

Los espías siempre están de moda y, con bastante frecuencia, dan buen resultado tanto en la gran pantalla como en la pequeña. Los ejemplos serían muchos y van desde la sofisticación comercial de James Bond o Bourne, en cine, y Alias de J.J.Abrams o 24 en televisión, hasta la reciente versión de El topo o la lamentablemente única temporada de Rubicon.

La guerra de Irak y el 11 de septiembre de 2001 han marcado con profundidad y extensión el imaginario colectivo americano. Series, películas, libros de ficción, además de documentales y reportajes, no se habrían creado sin sendos acontecimientos. De hecho, ya existe abundante literatura que investiga este fenómeno audiovisual.

En medio de estos dos factores se enmarca Homeland. Aunque la serie responde a la libre adaptación de una producción israelí –Hatufim (Prisoners of war, 2009)-, todos los datos circunstanciales, así como otros aspectos de caracterización de personajes y geopolítica enlazan directamente con la psicosis apocalíptica del 11-S.

Precisamente, Gideon Raff, el creador, guionista y productor de Hatufim ha dado continuidad al proyecto  y es uno de los guionistas principales, junto a los productores Howard Gordon y Alex Gansa. Raff, además, también ejerce de productor en unos cuantos capítulos.

En cierto sentido, Gordon y Gansa imprimen a este título del canal de pago Showtime dos marcas de “su casa”: la paranoia colectiva y la tensión moral entre el fin y los medios de 24 y la obsesión conspiratoria de Expediente X. Los dos fueron libretistas y productores de estas series, a pesar de que con Homeland se adentran en un terreno más complejo y realista.

Para empezar los dos protagonistas no son figuras de una pieza. En realidad, esto se podría hacer extensivo a todo el reparto. Tienen aristas y recovecos, no sólo de cosas que ignoramos como espectadores o que esconden a los demás personajes, sino que actúan a veces bien, sin embargo otras veces sus acciones provocan rechazo y son detestables y otras no se sabe muy bien cómo evaluarlas, pues se ignoran las auténticas intenciones.

De este modo, la empatía sencilla y simple con el héroe o carácter íntegro aquí no tiene cabida. No obstante, la habilidad que tiene el guión para graduar la intriga sobre la pregunta clave, el suspense sobre las verdaderas intenciones y el drama personal ofrecen casi 50 minutos por capítulo de implicación segura del espectador.

En este sentido, la distribución del conocimiento –lo que saben los espectadores, que es distinto de lo que sabe el sargento Brody (esas recurrentes visualizaciones de sus pensamientos) y diferente de lo que lleva en la cabeza la agente Carry, y de modo análogo los demás personajes- se lleva a cabo con una precisión excelente, en la que se privilegia, aunque no de modo absoluto, la visión del público.

Es decir, Raff, Gordon y Gansa barajan muy bien las intrigas, los secretos, lo que unos ignoran y otros no para mantener la cuerda estirada con el espectador. También es encomiable que, a pesar de que predomina un tono pesimista sobre las acciones humanas, la serie no se deja arrastrar por ellas. En lo político hay corrupción, en lo bélico traiciones, en lo familiar infidelidades y en la amistad utilitarismo pero no de modo exclusivo. Siempre subyace cierta humanidad en los personajes, cargos de conciencia y deseos de enraizarse en los seres queridos no siempre logrados.

Por eso, por la calidad del conjunto y su sutilidad en la exposición de las tramas sorprenden un cierto abuso, más que de las escenas de violencia (propias de una trama imbricada en Irak, con servicios de Inteligencia, grupos terroristas e interrogatorios), de unas cuantas secuencias sexuales de especial brusquedad.

Sin duda, Homeland que lleva dos temporadas y tiene la tercera a punto de estrenar en Estados Unidos debe su éxito a un guión casi de acero, a una muy bien conjugada producción, y a unos actores que hacen reales y cercanos sus frágiles y fuertes personajes. Para Claire Danes Homeland ha sido realmente la ocasión de demostrar que podía hacer papeles de garra y dureza, aunque con resquicios, y no sólo mujeres sensibles en el cine.

Aunque muchos premios acompañan esta producción, es bueno distanciarse de esas opiniones generalizadas y aplaudir lo plausible pero también saber entrecomillar lo que merece crítica.

Firma: Lourdes Domingo

ficha técnica

Género: Serie

Subgénero: Drama

Año: 2011

Cadena: Cuatro

Intérpretes: Claire Danes, Daid Harewood, Damian Lewis, Diego Klattenhoff, Mandy Patinkin, Morena Baccarin

Presentador: -

Público

+18 años

Valoración

Contenido

Humor

Acción

Violencia

Sexo

Carrie Mathison és una agent d’operacions de la CIA a l’Iraq. Després de contradir una ordre dels seus superiors per contactar amb un confident, és reasignada a la central de Langley (Virgínia).

Justament el que li va dir el seu contacte és que un soldat americà captiu s’havia canviat de bàndol i militava ara en Al-Qaeda. Per això, quan el sergent Brody, presoner fa vuit anys al costat d’un altre marine, Tom Walker, és trobat amb vida i rescatat, Carrie comença a sospitar que el nou heroi d’Amèrica podria ser un aliat de l’enemic.

Título original: Homeland

Creador: Gideon Raff

Director: -

Guión: Alex Gansa, Gideon Raff, Howard Gordon

Productora: Showtime

Duración: 50'

País: EE.UU.

Temporada: 1

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