Vera y el Reino Arcoíris

Como nos lleva a pensar su título, esta animación producida entre Canadá y Estados Unidos, está llena de color. Y no solo eso, en el Reino Arcoíris la diversión, la singularidad, la imaginación y, en especial, las buenas intenciones, la colaboración y la disponibilidad para ayudarse mutuamente forma parte de la personalidad de todos sus habitantes, sobre todo, de la protagonista.

En cada episodio algún acontecimiento llega para alterar la armonía del Reino, es el momento de Vera y de Bartleby, que siempre harán lo posible por solucionar el problema. Sin embargo, a pesar de sus intentos, este dúo nunca puede controlarlo todo y debe recurrir a la ayuda del Árbol de los Deseos. Como su nombre indica, esta ayuda llega siempre en forma de deseos y, con solo tres y un poco de trabajo en equipo, la paz siempre vuelve al Reino Arcoíris.

Destaquemos que Vera nunca usa los deseos en provecho propio y que, además, para que lleguen a realizarse hace falta que la pequeña y risueña protagonista se aplique con determinación. Por otro lado, un momento brillantes es el encuentro con Zee. Es entonces cuando el guardián del árbol escucha el problema y sugiere un rato para pensar. Siempre son frases similares a esta “sentémonos un momento y hablemos sobre ello” lo que les lleva a planear la mejor estrategia para resolver el entuerto. Una forma espléndida para ilustrar a la audiencia infantil y remarcar la importancia de explicar las cosas y de pensar las soluciones.

Veinte minutos de color y diversión con Vera animan el ocio audiovisual de cualquier preescolar.

Firma: Mar Pons