La Unidad

Cada cierto tiempo, Movistar+ rompe la baraja y presenta una serie en la que se nota que ha invertido tiempo y dinero. Nos bastan los primeros minutos de La Unidad, para darnos cuenta de que estamos ante un enorme trabajo de documentación y ambientación para hacer una enorme serie. El tema al que se enfrentaba lo pedía a gritos, el yihadismo en España y las las unidades antiterrorista de la policía. Después del dolor que han causado en España los atentados y el excelente trabajo de la policía era lo mínimo que se podía pedir. Y la serie cumple con creces en los seis capítulos que dura.

La espectacularidad estaba garantizada con el presupuesto de producción y la elección de Daniel de la Torre, uno de esos directores al que le gusta cuidar la puesta en escena con fidelidad. Ahora estaba por ver si conseguía crear personajes reales, cercanos al espectador con los que uno se pudiera identificar. Y lo cierto, es que La Unidad lo consigue. La trama nos permite seguir el caso de la amenaza terrorista a través de los episodios – sobre todo a partir del tercero-, pero siempre pesan más las historias personales, las relaciones que se establecen entre los miembros de esa unidad antiterrorista: sus miedos, sus alegrías, su vida, en una palabra con la que deben afrontar un riesgo diario.

Pero no pretendo confundir a nadie, porque la unidad es una serie donde la trama es lo que conduce la acción, pero los personajes son tan atractivos que enseguida nos vemos enganchados a ellos, necesitados de que superen sus problemas, sus temores, que olviden sus fallos para poder cumplir con un trabajo enorme, que casi siempre les sobrepasa; no podemos olvidar que los malos se aferran a sus motivaciones, se escudan en sus creencias para tratar de llevar el caos a nuestra realidad. La Unidad nos muestra los dos bandos, los humaniza, nunca son superhéroes contra archienemigos a la americana, son personas enfrentadas al mal, a una destrucción que ejercen cercanas a nosotros.

Al principio, parece que será la inspectora Carla (Nathalie Poza) la que llevará el peso del protagonismo, pero luego desaparece para que sean otros los que asuman el peso de la narración. El nombre de la Unidad no es banal, muestra que estamos ante un trabajo de equipo donde cada una de las piezas es fundamental; no solo en la pantalla también en la vida.

En resumen, una gran serie que demuestra que la ficción española puede estar a la altura de las grandes productoras internacionales; tal vez, el espectador espera más acción y menos burocracia y politiqueo, pero el esfuerzo por enseñarnos la realidad merece la pena.

Firma: Llorenç Ramis