Alex Rider (T2)

Esta segunda temporada del joven agente del MI6 corresponde a la cuarta novela de la saga escrita por Anthony Horowitz, El golpe del águila.

En esta ocasión, a diferencia de la anterior, Álex no solo no puede contar con la ayuda de la agencia británica, sino que se enfrenta, además, a su rechazo y trato condescendiente. De esta forma, este huérfano adolescente debe apoyarse en sus amigos para afrontar los peligros que le esperan.

Una de las mejores cosas que tiene la serie es, precisamente, esa tabla salvavidas que suponen los buenos amigos y las personas que nos quieren y que tenemos cerca. La confianza, el apoyo mutuo y contar con que siempre tienes a alguien cubriéndote las espaldas es lo que hace que Álex sea un héroe.

El argumento, por su parte, ofrece la complejidad suficiente para mantenernos mentalmente ocupados. Su evolución es atractiva y, poco a poco, se conforma una red de entresijos adornados con tecnologías de vanguardia y supervillanos, lo que hace que este título sea también una fuente de diversión para varias generaciones, desde adolescentes hasta adultos.

De fondo, la historia familiar de Alex Rider esconde algo más que secretos, se ofrece a cuenta gotas y sirve para hilar y dar profundidad al personaje. Este pasado oscuro y enigmático, también, otorgará oportunidades a las temporadas venideras.

No faltan persecuciones, acción, suspense y los entuertos propios del género de espías que están por encima de las leyes de la naturaleza y de la física. Ocho episodios de unos cuarenta minutos con los que recorrer Londres y acompañar a este agente juvenil del siglo XXI.

Firma: Mar Pons