Alix Delaporte estrena su primer largometraje, donde ha absorbido las tareas de dirección y guión, con una historia que llevaba fraguando desde hacía tiempo. La película no ofrece nada que no sea más o menos previsible en una historia de redención a través del amor, pero tampoco lo pretende. Como en otras producciones del estilo, el paisaje salvaje, la naturaleza indómita, trabaja en contraste y complementación con los personajes: la dureza de la pesca, la violencia del mar, la sacrificada tarea en la lonja… son entornos que permiten expresar muy bien actitudes y pensamientos de los protagonistas sin tener que usar el diálogo.
El recorrido de Angèle, indómita y sin preámbulos en ninguna faceta de su vida, y el de Tony, desconfiado y sin autoestima, está bien dibujado y supone un canto de esperanza cualesquiera haya sido el pasado. Por otra parte, mientras que la mayor parte del guión sabe jugar con elegancia con los afectos y sus expresiones, Delaporte pierde la coherencia y el rumbo durante unos minutos para luego retornar a la trayectoria mayoritaria del film.
Sincera y silenciosa, Angèle et Tony llega al espectador porque hace creíbles a los personajes y entendibles sus posturas. Una historia bien relatada, sin aspiraciones de más.
Firma: Lourdes Domingo
Director: Alix Delaporte
Guionistas: Alix Delaporte
Intérpretes: Antoine Couleau, Clotilde Hesme, Evelyne Didi, Patrick Descamps
Género: Drama
País: Francia
Fecha estreno: 08/07/2011
Lenguaje: Coloquial
Angèle acaba de salir de la cárcel en libertad condicional en la zona rural de Normandía. Quiere cambiar de vida, aunque aún pierde el control con bastante frecuencia. A pesar de todo, su objetivo número uno es recuperar la custodia de su hijo. El pequeño vive con sus abuelos, mientras su madre intenta crear, de manera errática, un lazo con Tony, un pescador algo rudo que cuida de su madre tras el fallecimiento del cabeza de familia.
Título original: Angèle et Tony
País: Francia
Duración: 87'
Fecha producción: 2010
Distribuidora: -
Color: Color