Dragon Ball Z: Kakarot

La crítica del principiante

No nos cansamos de Dragon Ball. La serie de Akyra Toriyama nos acompaña desde 1986 y parece que tiene cuerda para rato. Su última película, basada en el conocido Broly, fue todo un éxito. A su vez, el manga sigue publicándose mensualmente en Japón, con dos sagas nuevas que esperemos lleguen más pronto que tarde, y una nueva película en desarrollo.

Con este panorama, es lógico que encontremos varias sagas en marcha en el mundo de los videojuegos. Por un lado, podemos probar los dos exitosos Xenoverse, que nos permiten revivir la historia como un patrullero intergaláctico. Por otro, disponemos de FighterZ, que nos ofrece combates 2D de lo más espectaculares. Ahora, llega debuta en Swtich este Kakarot, un título de rol que nos permite recorrer el universo de Goku con total libertad.

Reviviendo la historia

No hace falta ahondar en la trama de Son Goku o Kakarotto –como realmente se llama-. Conocida por todos, nos presenta a este joven Saiyan que llegó a la Tierra cuando todavía era muy pequeño. A diferencia de otros miembros de su raza, Goku se caracterizará por tener un gran corazón y defender siempre a los suyos. Para ello, deberá enfrentarse a villanos intergalácticos como Freezer, Cell o el malvado monstruo Boo.

En esta ocasión revivimos el arco de Dragon Ball Z desde la llegada de Vegeta a la Tierra hasta el final del arco de Boo.

Un gran mundo abierto por descubrir

El gran acierto del juego reside en la exploración. A diferencia de otros títulos de la franquicia, donde la clave siempre ha residido en los combates, en Kakarot pasaremos horas explorando, buscando secretos, completando misiones secundarias o, simplemente, deleitándonos con las muchas zonas archiconocidas que podemos recorrer volando, andando o hasta en coche. Y es que, da gusto perderse por el extenso mapa para buscar las bolas de dragón, para reunir ingredientes con los que hacer recetas o, simplemente, para jugar un partido de béisbol. Aquí reside la grandeza de este título.

Combates made in Japan

Evidentemente tendremos que pelear. En este apartado, diremos que recuerda a los combates de DB Xenoverse, con la cámara situada detrás del personaje. Nos movemos con libertad y con unos controles muy sencillos. Con un botón cargamos energía, con otro lanzamos pequeñas ondas de fuego. También podemos golpear o defendernos. Si, además, mantenemos pulsando uno de los botones superiores, lanzamos ataques especiales.

En la práctica resulta tremendamente sencillo combatir y, aún más, salir victoriosos. Lo cierto es que es un punto a mejorar. Un mayor nivel de dificultad le hubiera venido de maravilla, así como una mayor profundidad en el sistema de combate, que acaba siendo demasiado simple. Lo mismo ocurre con la variedad de las misiones secundarias. Muchas acaban siendo demasiado planas y sin demasiada gracia.

Como si estuviéramos viendo la serie

En lo que no defrauda es en su apartado visual, con unos efectos que recuerdan perfectamente al anime y con unas escenas, expresiones y detalles increíbles. Es de alabar cómo se entremezclan las escenas del propio juego con los videos, dando un resultado tan espectacular como natural.

Lo mejor:

Revivir Dragon Ball con una fidelidad inigualable.
La exploración y el universo que representa.

Lo peor:

Demasiado sencillo.
Combates muy básicos.

Conclusiones:

Dragon Ball es un producto imperecedero que gusta tanto a los que pasamos los treinta como a la nueva juventud. El manga y el anime de Toriyama han conseguido reunir varias generaciones y eso es algo muy complicado. Dragon Ball: Kakarot nos permite revivir la serie como nunca y tiene en la exploración su principal componente. Tiene defectos, como un sistema de combate muy básico, sí, pero eso no enturbia el resultado final.