Superstore

Justin Spitzer, antes de lograr estrenar su primer proyecto como creador, se había forjado en otras ficciones televisivas. De hecho, antes de ser el showrunner de Superstore fue guionista y productor de varios capítulos de la ya clásica-moderna The Office.

Estrenada en 2015 y con cinco temporadas y otra en ciernes, Superstore es una sitcom sin risas enlatadas, que ofrece un nuevo espacio laboral al que sacar punta.

En el epicentro de Cloud 9, basculan varios elementos contemporáneos que Spitzer aborda con humor; en unos casos cayendo, en el tópico y, en otros, sorteándolo con mucho tino.

Por un lado, abundan los lugares comunes sobre lo políticamente correcto en cuanto a etnias, sexualidad, religión, sueño americano, conciliación y liderazgo femenino. Mientras que por otro, la serie (quizá gracias al amplio marco que dan sus 100 capítulos) ha arriesgado al dar espacio al fracaso (aparente o supuesto), a cómo evaluamos las ocasiones que nos ofrece la vida, también cuando toca mandar, y a no desperdiciar las segundas o terceras oportunidades.

De hecho, el rol protagónico de America Ferrera (convertida también en productora) ha sido clave para afianzar a la mujer como centro y conjunto de una narrativa coral, sin acudir a tópicos extravagantes.

Impecable por su estatura medida en cuanto a la realización, la clave de la serie es la química del elenco y la dinámica de un guion ágil, no siempre brillante ni blanco, pero sí en su mayoría agudo y avispado para localizar momentos surrealistas. Especial valor tienen los interludios casi mudos, donde observamos, por segundos, algunos clientes en los pasillos del supermercado.

Firma: Lourdes Domingo