La línea invisible

El título de la serie, La línea invisible, nos los explica todo. ¿Qué hizo que una idea, la lucha por la defensa de la identidad ante un opresor, acabara en la banda terrorista más sanguinaria que ha existido en España? Quitar la vida alguien. Eso es lo que cambió todo. Como exclama el personaje de Txiki (Anna Castillo) a Xabi (Àlex Monner): “¿Qué cómo no va a pasar nada? Qué vas a matar a alguien”.

La serie abarca el periodo entre la fundación de ETA hasta el asesinato de Melitón Manzanas, inspector jefe de la brigada político-criminal, uno de los mayores torturadores de la maquinaria franquista. Antonio de la Torre da vida a este personaje que nos muestra que quién a espada mata a España muerte. El odio solo engendra odio y la la represión fascista fue el caldo de cultivo para el surgimiento de ETA.

El otro protagonista es Txabi Etxebarrieta, principal responsable del giro macabro de lo que solo era una resistencia política hacia la lucha armada, el primer miembro de ETA en convertirse en un asesino y en un mártir de la banda. La guerra estaba declarada. Era junio de 1968. Dos meses después, Manzanas era tiroteado en el rellano de su casa y Franco declaraba el estado de excepción en Euskadi.

Mariano Barroso sabe explicar la España de los 60 sin excesos, sin posicionamientos. Ya lo demostró en El día de mañana, ahora lo vuelve hacer con el nacimiento de ETA. Movistar se adelanta a HBO que estaba a punto de estrenar Patria, basada en la novela de Fernando Aramburo. Aunque no son series de que se solapen. Una es el inicio y la otra es el declinar, la tragedia en la que se convirtió ETA cuando traspasó esa línea invisible.

En resumen, una buena recreación de los hechos, con unas excelentes interpretaciones que no trata ni de justificar la violencia, al contrario; pero que tampoco pasa por alto las causas que provocaron el nacimiento de la banda terrorista.

Firma: Llorenç Ramis